En los primeros cuatro meses de 2021, la deforestación en el Amazonas brasileño totalizó 1.157 kilómetros cuadrados, un área casi del tamaño de Los Ángeles y un 4% menos que un año antes, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil.
El país se encuentra bajo una intensa presión internacional liderada por Estados Unidos para frenar la destrucción de la selva tropical más grande del mundo, que desempeña un papel fundamental para frenar el catastrófico cambio climático debido a la gran cantidad de gases de efecto invernadero que absorbe.
En una cumbre de líderes mundiales organizada el mes pasado por Estados Unidos, el presidente Jair Bolsonaro se comprometió a aumentar los fondos para la aplicación de la ley ambiental y a poner fin a la deforestación para 2030.
Pero la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, que está en convesaciones para posiblemente financiar los esfuerzos de conservación brasileños, dice que espera una acción inmediata para reducir la deforestación este año.
La tala ilegal y los incendios forestales se dispararon desde que Bolsonaro asumió el cargo en 2019, y la deforestación alcanzó un máximo de 12 años en 2020, según datos del gobierno.
"Biden no quiere estar en una posición en la que parezca que está siendo demasiado blando con Brasil en lo que respecta al medio ambiente", dijo Anya Prusa, del Instituto Brasil en el Wilson Center, un grupo de expertos, en Washington.
La tendencia general de la deforestación importa más que un único mes, agregó Prusa.
"Si la deforestación vuelve a aumentar, si volvemos a ver importantes incendios forestales en el Amazonas en agosto y septiembre de este año, será más difícil para Estados Unidos seguir hablando con Brasil", sostuvo.
Los representantes de prensa de Bolsonaro remitieron las preguntas a la oficina del vicepresidente, que no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La deforestación en el mes de julio de 2020 fue más alta que los cuatro meses de enero a abril combinados este año. (Reuters)