La escasa inversión en ciencias en relación a los países desarrollados complica la producción de vacunas en una región que está rezagada en sus campañas de vacunación por las dificultades de acceso a las dosis.
"La región tiene que hacer más inversión en ciencia, en tecnología e innovación. Esta pandemia nos ha demostrado la gran importancia de tener sistemas científicos sólidos", dijo Lidia Brito, Directora de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe, a Reuters en una entrevista por Zoom.
"Somos la región con el mayor índice de desigualdad del planeta (...) Gran parte de los sistemas de salud latinoamericanos y caribeños eran precarios antes de enfrentarse al Covid-19 (...) La pandemia puso esto de relieve e intensificó necesariamente la desigualdad y la calidad asistencial", agregó.
La Unesco está organizando el Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe (#cilac2021) el 26-28 de abril en Buenos Aires, un espacio de conversación donde gobiernos, universidades y la sociedad civil discuten la agenda de ciencia y tecnología de la región para tomar acciones conjuntas.
América Latina, que invierte en promedio entre el 0,6 y el 0,7% del PIB desde hace más de una década, muy por debajo del 3-4% del PIB de los países desarrollados, se ha convertido en la región con mayor necesidad de vacunas del mundo, dijo la semana pasada la Organización Panamericana de la Salud.
"El lento proceso de vacunación que estamos viviendo en la región deja en evidencia la dependencia científica y tecnológica que tenemos con los países desarrollados. En la región se está produciendo menos del 0,5% de las vacunas hoy en día aprobadas", dijo Brito, una ingeniera forestal africana radicada en Uruguay.
"Hoy hablamos de Covid-19 pero sabemos que tenemos otras enfermedades en la región que todavía no tienen vacunas y por tanto, sin duda, que invertir en ciencias (...) puede ayudar a esta región a suplir algunas de las faltas que tiene", agregó.
La Unesco está preocupada también por la brecha educativa que abrió la pandemia y el aumento de la desinformación respecto del Covid-19, lo que afecta la capacidad de las personas para tomar decisiones difíciles en momentos de incertidumbre.
"La educación es fundamental en la reducción de las brechas de desigualdad que tenemos (...) Ahora lo que tenemos que garantizar es que no retrocedamos por la pandemia de Covid-19 y por los efectos en la economía de los países, y garantizar que el acceso a la educación de calidad de todos y todas sea y continúe siendo una prioridad en nuestros países", afirmó Brito.
Si bien la desinformación ha existido siempre, internet y las redes sociales han amplificado su impacto, por lo cual la Unesco alienta a las personas a utilizar herramientas de chequeo de datos, como PortalCheck (portalcheck.org), el primer espacio digital de la región lanzado por el organismo, e impulsar el pensamiento crítico en las sociedades latinoamericanas.
"Cuando sucede esto en una pandemia, hablamos de vida o muerte. Es una amenaza enorme", concluyó Brito. (Reuters)