Con una publicación que desató molestia por parte de los amigos y fanáticos del jugador boliviano, el futbolista Algarañaz contó lo que vivió en su corto paso por el fútbol egipcio.
Agarañaz tuvo que ser apoyado por la Embajada Boliviana en este país ante la retención de sus documentos, un hecho totalmente ilegal. Así, el boliviano dio fin a su contrato “por incumplimiento de los términos del contrato por parte de la administración del club, una dirección que no sabe cómo tratar con un jugador internacional profesional”.
“Lastimosamente la gerencia me trató con la mayor falta de respeto y falta de profesionalismo, no respetaron mis derechos ni cumplieron con la totalidad de sus obligaciones. Siempre he respetado las decisiones de los entrenadores a pesar de que me ignoraron y me obligaron a entrenar con el Grupo B durante casi tres meses, siempre menospreciando mi capacidad, por lo que no hablaré de cuestiones técnicas relacionadas con el equipo”, explicó el jugador.
Algarañaz denunció lo grave de su situación al saber que “la administración del club me retuvo el pasaporte de forma premeditada y hasta la fecha no me lo han devuelto, fui objeto de maltrato, racismo severo, amenazas y muchas otras cosas de las que no me gusta hablar ahora, pero afortunadamente cuento con las pruebas suficientes para sostener lo que digo”.
En los próximo días, el jugador nacional podrá arribar al país.