En el marco de la conferencia de los conocidos como “Diálogos de Petersberg”, Merkel formuló este anuncio después de que la semana pasada el Tribunal Constitucional de Alemania dictaminó que la ley climática de 2019 de ese país es "insuficiente para proteger las libertades fundamentales de las generaciones futuras porque carece de objetivos de reducción de emisiones más allá de 2030".
La medida sitúa a la canciller como la primer líder de la UE que impulsa un objetivo nacional que cumpla con el nuevo objetivo de la UE para 2030 tras su adopción por los líderes europeos el pasado diciembre. También proporcionaría a Alemania la vía más ambiciosa de cero emisiones entre los países del G20.
Sin embargo, Merkel no ha cedido a la hora de asumir un liderazgo similar para cerrar la brecha financiera a pesar de la presión internacional ejercida por el primer ministro británico, Boris Johnson, el exsecretario general de la ONU Ban Ki Moon y representantes de la sociedad civil de cara a que exprese un apoyo adicional a mitigación y adaptación en países pobres.
Para lograr reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 65 por ciento en 2030 Alemania tendría que eliminar el carbón, generar alrededor del 70 por ciento de la electricidad con energías renovables y poner en circulación 14 millones de coches eléctricos en esta década.
El Diálogo Climático de Petersberg es la última 'gran cumbre' climática antes de que la canciller alemana ponga fin a su cargo después de las elecciones federales de septiembre.
Tras conocerse esta decisión, la directora general de la Fundación Europea del Clima y una de las ministras artífices del Acuerdo del Clima de París, Laurence Tubiana, esta es una "gran noticia" ya que Alemania está convirtiendo su compromiso europeo en acción interna, "sin perder tiempo".
"La sentencia del Tribunal que destaca la justicia intergeneracional es una base excelente para ello. Ahora la pelota está en el tejado de otros países, incluida Francia", ha retado.
Por su parte, el director ejecutivo de Agora Energiewende, un instituto de política climática, Patrick Graichen, valora que el nuevo compromiso climático alemán es "una prueba más de que la carrera mundial hacia las emisiones cero está en marcha".
"La industria alemana está a bordo, con el objetivo de estar a la vanguardia tecnológica de las tecnologías de carbono cero. Otros países del G20 deberían ahora ajustar también sus objetivos climáticos, para no quedarse atrás", confió.
Desde Fridays For Future México, la activista María Reyes, ha retado al Gobierno alemán a que no se atreva a pensar que eso es suficiente.
"Mientras ustedes sólo se preocupan por su imagen climática positiva antes de las elecciones, nuestras comunidades siguen siendo las más afectadas por la crisis climática. Todavía tienen ustedes una mayor responsabilidad para tomarse en serio las necesidades de los países más vulnerables. Si no aumentan también su financiación climática, sabremos que sus acciones son sólo oportunistas", declaró.
Por último, la asesora política principal de E3G Berlín, un centro de pensamiento sobre clima, Jennifer Tollman, ha valorado que el año 2021 es "la mayor prueba del sistema multilateral", pero ha recordado que, "a día de hoy", la canciller Merkel y sus equivalentes en el G7 están "dejando sin apoyo a los países vulnerables y de renta media, en lo que respecta a la recuperación ecológica, a la adaptación al cambio climático y al acceso equitativo a las vacunas que les permitirían remontar.
Por ello, confía en que Alemania aún tiene la oportunidad de salvar esta brecha de solidaridad y de financiación climática, y junto con la Presidencia británica del G7 atraer a otros socios del G7. "Hacerlo es una misión crítica para la COP26 y la confianza en el sistema multilateral más amplio", ha concluido. (Europa Press)