Latypov, quien ha permanecido en prisión desde que fue detenido en septiembre del año pasado, se ha declarado inocente este martes durante el juicio que pretendía juzgarle por fraude, desobediencia a la Policía y disturbios, una serie de delitos que le podrían suponer hasta diez años de cárcel, detalla el diario “Nasha Niva”.
El acusado, después de dirigirse a su padre, que asistía al juicio, y de denunciar que si no se declaraba culpable, las autoridades irían a por su familia, ha sacado un bolígrafo de una portafolio que llevaba y se lo ha clavado en el cuello en varias ocasiones.
Los guardias han tardado un tiempo en abrir la celda del tribunal en la que se encontraba. Finalmente, Latypov fue trasladado a un hospital con una aparatoso vendaje en el cuello y con manchas de sangre en su camiseta, según las imágenes que han publicado algunos medios bielorrusos.
Tras este episodio, la líder opositora bielorrusa, Svetlana Tikhanovskaya, consideró que Latypov es «una nueva víctima del régimen», el cual, ha dicho, «tiene más cada día».
Latypov, cuyo estado es estable, había informado con anterioridad de que había sufrido torturas mientras ha estado en prisión. Considerado por las organizaciones de Derechos Humanos como preso político, participó en las protestas masivas del pasado mes de agosto contra el presidente Lukashenko.
Unas 30.000 personas fueron detenidas durante aquellas manifestaciones convocadas en protesta por los resultados electorales de las presidenciales de agosto, en las Lukashenko revalidó por sexta vez su mandato, con más del 80 por ciento de los votos, entre acusaciones de fraude electoral. (Europa Press)