En concreto, según el estudio del Instituto Elabe, la abstención se podría situar en el 67,5 por ciento, lejos del 50,09 por ciento de la elección equivalente de 2015 o del 53,67 de 2010. El último dato oficial de la participación a las 17.00 horas sitúa la abstención en el 68,5 por ciento.
De confirmarse, esta cifra es solo comparable a la del referéndum de 2000 para la reducción del mandato presidencial a cinco años, cuando se alcanzó el 69,81 por ciento de abstención. La segunda vuelta será el próximo domingo, 27 de junio.
«Esta es una nueva expresión de una crisis democrática de la que se habla a menudo», ha opinado el director de Política de BFMTV, Philippe Corbé, que alerta de las repercusiones de las elecciones presidenciales de 2022.
«Estamos ante un hundimiento de la participación democrática. Estamos a menos de un año de las elecciones presidenciales. En estas elecciones tenemos varias personalidades que podrían figurar allí, intentos de alianzas o acercamientos que pesarán este año. Es una alerta democrática que deben tomar en cuenta todas las partes», añadió.
La campaña ha estado marcada por la crispación en la que la ultraderecha de Marine Le Pen se ha consolidado como alternativa. Las tendencias muestran que el partido de Le Pen tiene opciones reales de encabezar alguna región, entre ellas Provenza-Alpes-Costa Azul, situada en la zona sureste de Francia y que alberga ciudades como Marsella o Niza. (Europa Press)