Como seres humanos comprometidos con la salud
procuraremos orientar objEn las últimas semanas nos enfocamos en compartirles información relacionada a la vacunación, tópico de actualidad, debido a que es nuestra segunda herramienta más relevante después del ABCDEF para protegernos del COVID-19. Muchas veces repetimos automáticamente/impensadamente las medidas de prevención sin comprender el procedimiento correcto y las consideraciones de su aplicación apropiada. Por otro lado, los mensajes de salud pública suelen enfatizar solamente en uno o dos elementos de la cadena de prevención (ABCDEF), lo cual puede brindar una falsa sensación de seguridad y olvidar las demás medidas de esta cadena. Por tanto, la verdadera solución para la pandemia es la adecuada y completa aplicación del ABCDEF.etivamente durante esta pandemia.
Compartimos algunas perlas científicas con mensajes claros que buscan concientizar a nuestros lectores sobre su correcta aplicación para no solo salvar sus propias vidas sino la de sus semejantes.
1. Adecuado lavado de manos
El lavado de manos es un procedimiento vital antes de las comidas y después de cualquier contacto con objetos potencialmente contaminados.
Algunas perlas científicas sobre la importancia de este procedimiento durante la pandemia son:
• Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) recomiendan que para evitar la propagación de gérmenes durante la pandemia de COVID-19, debe lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos o usar un desinfectante de manos con al menos 60% de alcohol ANTES y DESPUÉS de:
a) Tocarse los ojos, la nariz o la boca
b) Tocar su barbijo
c) Entrar y salir de un lugar público
d) Tocar un artículo o una superficie que otras personas puedan tocar con frecuencia, como manijas de puertas, mesas, surtidores de gasolina, carros de compras o pantallas o cajas registradoras electrónicas
• Los CDC mencionan el uso de desinfectante de manos cuando no se puede usar agua y jabón. Se debe tomar en cuenta que los desinfectantes no eliminan todos los tipos de gérmenes, pueden no ser tan efectivos cuando las manos están visiblemente sucias o grasosas, es posible que no eliminen los productos químicos nocivos de las manos, como pesticidas y metales pesados.
• El 15 de octubre del 2020, a 10 meses de la pandemia y día mundial del lavado de manos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que lavarse las manos siempre ha sido una de las formas más eficaces de mantener a raya las enfermedades. Es un acto simple que rinde dividendos cuando se trata de mantenernos sanos y seguros. El lavado de manos también es uno de los pilares clave de la prevención del COVID-19. Ahora más que nunca, al adoptar la nueva normalidad y vivir con COVID-19, la higiene de las manos debe convertirse en una parte integral de nuestra rutina diaria y nuestras vidas, mientras vivimos esta pandemia y más allá, para protegernos de las enfermedades.
• En mayo del 2020 se publicó un artículo del Reino Unido, en la revista científica Journal of Clinical Nursing. Destaca que el COVID-19 refuerza la importancia del lavado de manos en trabajadores sanitarios (TS), describen la estrategia de los cinco momentos que todo proveedor en salud debe cumplir. Se hace hincapié en la campaña nacional denominada ‘Cleanyourhands campaign’ (campaña límpiate las manos), con el objetivo de reducir el riesgo asociado con las infecciones adquiridas en el hospital mediante un mayor cumplimiento de la higiene de manos entre los TS. La campaña incluyó el mensaje ‘it’s ok to ask’ (está bien pedir) para alentar a los pacientes a pedir a los TS que se laven las manos. Apoya la participación del paciente para impulsar el lavado de manos y trabajar junto con las enfermeras y otros TS para reducir la transmisión de infección.
Conocer esta información hace que comprendamos el correcto procedimiento ya sea con jabón o desinfectante, el respaldo de instituciones científicas serias y las medidas nacionales que otros países implementan precisamente por la gran relevancia que representa el ADECUADO LAVADO DE MANOS no solo para la prevención del COVID-19 pero también para disminuir la probabilidad de adquirir otras infecciones respiratorias o gastrointestinales, bacterianas o virales que pueden ser muy graves..
2. Barbijo en la calle y lugares concurridos
La medicina basada en la evidencia es un proceso evolutivo que puede modificarse según los hallazgos de estudios apropiadamente diseñados, revisados, publicados y validados en el transcurso del tiempo. Consecuentemente, al inicio de la pandemia no teníamos evidencia científica clara (salvo para las personas con síntomas) sobre el uso de barbijo y gracias al esfuerzo de la comunidad médica científica se consiguieron muchos avances respecto a su utilización en la prevención del COVID-19.
Les presentamos algunas perlas científicas sobre la información vigente y actualizada al respecto:
• En mayo 2020 un estudio chino fue publicado en la revista científica British Medical Journal (BMJ) Global Health. Este estudio observacional ha analizado directamente el impacto del uso de barbijo en la comunidad sobre la transmisión de COVID-19. El estudio analizó la reducción de la transmisión secundaria del SARS-CoV-2 en los hogares de Beijing mediante el uso de barbijos. Se encontró que las mascarillas faciales tenían un 79% de efectividad para prevenir la transmisión, si las usaban todos los miembros del hogar antes de que aparecieran los síntomas.
• En noviembre del 2020 se publicó una nota al editor de la reconocida revista científica New England Journal of Medicine (NEJM) donde se enfatiza en que los barbijos se utilizan principalmente para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 en lugar de reducir la dosis de partículas infecciosas o mitigar la gravedad de COVID-19. Rasmussen y colaboradores afirman: “La sugerencia de que las mascarillas ofrecen una alternativa a la vacunación sin evidencia de que los beneficios superen los grandes riesgos fomenta implícitamente un comportamiento imprudente”. Con la falta de una vacuna, las intervenciones no farmacéuticas continúan siendo las mejores herramientas preventivas. Actualmente, existen demasiadas lagunas en la evidencia científica para concluir que las mascarillas ofrecen beneficios más allá de la reducción del riesgo de transmisión. No debemos abogar por estos beneficios sin comprender completamente los riesgos.
• En diciembre del 2020 se publicó un estudio desde Chicago, Illinois en la revista científica American Journal of Infection Control (AJIC). Esta revisión sistemática y metaanálisis evaluó más de 5 mil artículos para incluir 6 estudios que involucran a 4 países. Encontraron que los barbijos reducen el riesgo de infección en alrededor del 70% en TS. Esta información se puede extrapolar responsablemente a la población general, es decir que usar barbijo reduce el riesgo de infección por COVID-19.
• En enero del 2021 se publicó un artículo en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Esta revisión narrativa de la evidencia describe varios estudios que les permite recomendar que los funcionarios públicos y gobernantes fomenten sólidamente el uso de mascarillas faciales generalizadas en público, incluido el uso de una regulación apropiada.
• En diversas publicaciones se destaca la preocupación en torno al ‘comportamiento de compensación de riesgo’ que es el hecho de abandonar las demás medidas como lavarse las manos, el distanciamiento físico, etc., al sobrevalorar la protección que puede ofrecer el barbijo por una sensación de seguridad exagerada o falsa. Previamente se han presentado argumentos similares para las estrategias de prevención del VIH, las leyes sobre cascos de motocicleta, los cinturones de seguridad y otros. Sin embargo, contrariamente a las predicciones, las conductas de compensación del riesgo no han sido significativas a nivel de población, siendo superadas por una mayor seguridad en cada caso. Estos hallazgos sugieren fuertemente que, en lugar de retener una herramienta preventiva, acompañarla con mensajes precisos que combinen diferentes medidas preventivas demostraría confianza en la capacidad del público en general para actuar responsablemente y empoderar a los ciudadanos.
• En enero del 2021 se publicó un artículo en la revista científica European Journal of Medical Research (EJMR). Esta revisión sistemática y metaanálisis evaluó estudios hasta octubre 2020 sobre la transmisión aérea y el papel del barbijo para la prevención del COVID-19. Cuatro artículos con un total de más de 7 mil participantes incluidos en este metaanálisis mostraron una reducción significativa en la infección mediante el uso de barbijo.
Los mensajes transparentes y contextualizados y la aceptación de la incertidumbre son esenciales mientras la ciencia avanza. En Perlas Científicas No. 7 describimos la forma de entender una publicación científica relacionada a intervenciones médicas para COVID-19, mediante la analogía ‘perspectivas, esperanzas y realidades’. Sin embargo, cuando se trata de publicaciones científicas relacionadas a otras situaciones, como el ABCDEF, no esperamos ‘ensayos controlados aleatorizados’ para conocer la realidad al respecto. Cochrane (organización benéfica internacional británica) y la OMS señalan que, para las medidas de salud de la población, generalmente no deberíamos esperar a encontrar ensayos controlados, debido a razones logísticas y éticas, y por lo tanto deberíamos buscar una base de evidencia más amplia.
3. Cubrirse la boca al toser o estornudar
Se denominan MANIOBRAS DE ETIQUETA PARA LA TOS (MET) a la acción de cubrirse la boca al toser o estornudar (eCDC 2006, OMS 2020). Esta medida es muchas veces olvidada por la falsa sensación de seguridad que puede darnos el uso de barbijo. Sin embargo, es imprescindible entender las limitaciones del barbijo y continuar cubriéndonos la boca al toser o estornudar aún cuando estamos usando barbijo.
La adecuada y completa alicación de todos los eslabones de la cadena de prevención ABCDEF es VITAL para protegernos del COVID-19 y cualquier variante.
El proyecto Perlas Científicas implica innumerables horas de trabajo y es producido ante la necesidad de muchos bolivianos de una explicación transparente, paciente y empática sobre el significado de esta PANDEMIA. Pueden visitar perlas No. 1, 2, y 3 donde compartimos otros fundamentos sobre PREVENCION.
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Para más información sobre temas relacionados pueden consultar las publicaciones previas de Perlas Científicas. Todos nuestros números son revisados/evaluados por colegas reconocidos y dedicados al tópico específico analizado.
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CORRESPONSAL, LIDERAZGO Y PROPIEDAD INTELECTUAL: Dr. Armin A. QUISPE CORNEJO (AAQC, arminquispe@gmail.com). Médico intensivista, internista y general, Intensive Care Medicine Ph.D. fellow. Equipo médico asistencial, académico y científico con sede en Bruselas, Bélgica. Departamento de Cuidados Intensivos del Hôpital Universitaire Erasme. Bruselas, Bélgica.
AGRADECIMIENTOS EN ESTE NÚMERO:
Dra. Ana Luisa Alves Da Cunha (PORTUGAL, alcunha.2@gmail.com), Dr Javier Quispe Blanco (BOLIVIA, valejavi778@gmail.com), Dr. Percy Cruz Laura (MEXICO, percycruzmd@gmail.com), Dr. Adrián Avila Hilari (BOLIVIA, dr.adrianavilahilari21@gmail.com), Dr. Adolfo Ricardo Valdivia Cayoja (BOLIVIA, arvc_23@hotmail.com), Dr. Samuel Cordova Roca (BOLIVIA, samcordovaroca@yahoo.com.ar).
CONTRIBUCIONES DEL EQUIPO (en COVID-19).
MUNDIALES: Ver revistas científicas LANCET, NEJM, JAMA, CRITICAL CARE, etc. BOLIVIANAS: Guías de Manejo y Tratamiento del COVID en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Resolución Ministerial 0297/2020. (Avalado por la SBMCTI y la fundación mexicana Carlos Slim). Congreso Boliviano de Medicina Crítica y Terapia Intensiva 2020. Comunicados documentados sobre tópicos relacionados.