Dos de los soldados que resultaron heridos en el accidente han muerto en el hospital este lunes, ha lamentado el secretario de Defensa, Delfin Lorenzana, recoge “Inquirer”.
Tras concluir las labores de rescate y recuperación de cuerpos del accidente del avión, el accidente aéreo más mortífero de la historia del país, las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del accidente, según ha anunciado el portavoz de las Fuerzas Armadas, Edgard Arévalo.
Arévalo ha negado que el avión tuviera deficiencias para asegurar que estaba «en plena forma y los pilotos estaban calificados y experimentados en volar este tipo de aeronaves», y ha precisado que están «decididos a averiguar lo que pasó», ya que la información previa indica que se siguieron los protocolos.
«El avión estaba en perfecto estado», insistió Arévalo, que también ha detallado que tras el C-130 accidentado, solo queda un avión de este modelo operativo en las Fuerzas Armadas, mientras que otros dos están en mantenimiento.
De esta forma, un total de 52 personas -49 militares, que viajaban a bordo, y tres civiles, que se encontraban en el lugar del accidente- han perdido la vida y otros 49 soldados y cuatro civiles han resultado heridos.
Este es el segundo accidente aéreo en dos semanas, algo que la senadora Risa Hontiveros ha calificado como «un flaco favor a los servicios armados» si no se investiga y se deja «vulnerables» a las fuerzas de seguridad, por lo que ha exigido «claridad y compromiso», recoge ‘The Philippine Star’.
INCAPAZ DE ATERRIZAR
El accidente tuvo lugar a las 11:30 horas (hora local) del domingo, en el municipio de Patikul, provincia de Jolo. Según las primeras investigaciones, el avión de transporte de tropas, un Lockheed C-130 Hercules procedente de Mindanao, fue incapaz de aterrizar en la pista del aeropuerto provincial y acabó estrellándose en una aldea del municipio, cerca del aeródromo.
Todos los heridos han recibido tratamiento inicial en un hospital de Jolo, pero algunos han tenido que ser trasladados a Zamboanga para recibir tratamiento adicional.
El Ejército ha explicado que entre los pasajeros de la aeronave se encontraban soldados a punto de ser enviados a la región de Sulu como parte de la campaña antiterrorista del Gobierno filipino.
Lorenzana, ha precisado que a bordo del avión había tres pilotos, cinco miembros de la tripulación y el resto eran soldados que viajaban a Jolo desde Cagayan de Oro.
Según testigos de CNN Filipinas, varios soldados saltaron de la aeronave antes de que golpeara el suelo, lo que les permitió evitar la explosión inicial, de acuerdo con fuentes explosión, de acuerdo con fuentes de la Fuerza de Intervención y Rescate. (Europa Press)