Los medios de comunicación locales han dado cuenta de nuevas escenas de represión en distintas ciudades del país, con un balance provisional de 18 fallecidos que comparten portales como 'Myanmar Now' y la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.
"La lista de fallecidos puede aumentar", advertido el portavoz de esta asociación, Ko Bo Kyi, en su cuenta de Twitter, desde la que ha asegurado que hay "muchos" heridos y que "algunos están en situación crítica". Entre las víctimas habría menores de edad.
Solo en la principal ciudad del país, Rangún, han fallecido al menos siete personas, las mismas que han perdido la vida en la localidad de Monywa. Las fuentes locales también han confirmado fallecidos en Mandalay y en otras áreas de la misma región, después de cuestionar un día más la labor de las fuerzas de seguridad.
Entre los elementos utilizados para reprimir las manifestaciones, las autoridades habrían recurrido de nuevo al fuego real, a pesar de que teóricamente la junta reclamó públicamente a las fuerzas de seguridad que no utilizasen balas reales para contener las manifestaciones -o al menos salvo amenaza evidente para su integridad-.
La oficina de Derechos Humanos denunció que solo el domingo perdieron la vida 18 manifestantes, mientras que la cifra de detenidos desde el golpe supera ya los 1.200, entre ellos la anterior líder 'de facto' del Gobierno, Aung Suu Kyi, y el expresidente Win Mynt, según un recuento publicado por 'The Irrawaddy'.
La crisis birmana protagonizó el martes una reunión de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que concluyó con un tímido y generalizado llamamiento a la estabilidad, y también está previsto que el asunto sea tratado por el Consejo de Seguridad de la ONU, previsiblemente el viernes y a puerta cerrada, según la agencia DPA. (Europa Press)