La teniente de alcalde de la localidad de Laurel, Rachelle Ogalinola, ha confirmado que los niños se encuentran con gripe y fiebre, aunque su estado no reviste gravedad, y están ahora en el centro de evacuación de la escuela primaria Ticub. Su condición no es grave y han dado negativo en las pruebas de coronavirus, según declaraciones recogidas por la cadena ABS-CBN.
Miles de personas han sido evacuadas por la erupción del Taal, el segundo volcán más activo del país. Según recoge el portal filipino GMA News, 1.282 personas se encuentran en centros de evacuación, si bien el consejo ha advertido de que la cifra podría aumentar a 14.495 personas, es decir, más de 3.500 familias, debido al riesgo de la actividad del volcán.
No obstante, el portavoz del consejo, Mark Timblal, ha cifrado en 2.784 los residentes, de 13 pueblos de los alrededores de Taal, que han evacuado sus hogares.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) elevó este jueves el nivel de alerta para el volcán Taal hasta el tres, después de que haya expulsado una columna de vapor y magma de un kilómetro.
«Esto significa que hay intrusión magmática en el cráter principal que puede llevar a erupciones sucesivas», explicó Phivolcs en un boletín, en el que detalló que la elevación del nivel de alerta significa que es posible que se produzca una «peligrosa» erupción «en días o semanas».
El nivel tres de alerta se mantiene este viernes, mientras continúan las evacuaciones y la Policía se ha desplegado en la zona.
La elevación de la alerta del volcán Taal se produce días después de que Phivolcs informara de que el dióxido de azufre emitido por el volcán haya alcanzado Metro Manila y sus provincias circundantes.
Taal ha estado bajo alerta dos desde marzo de este año, cuando mostró una «creciente» actividad después de una erupción en enero de 2020, ha recordado el diario ‘Philippine Star’, tras décadas inactivo. La erupción provocó la evacuación de miles de personas que viven en la isla en la que está ubicado el volcán y zonas de alto riesgo y la destrucción de hogares y establecimientos en Batangas. (Europa Press)