Bolívar no pudo lograr la remontada en Ecuador y se quedó en la segunda ronda de la Copa CONMEBOL Libertadores. Se había armado un equipo que pueda pelear en todas las competiciones, pero fracasó en su intento de seguir avanzando hacia la fase de grupos o por lo menos avanzar a la Copa Sudamericana.
La Academia pagó caro el insistir con un esquema con el que no se estaba sintiendo cómodo, los buenos resultados obtenidos en los primeros partidos cubrían los errores que se estaban vislumbrando y que no se lograron corregir posteriormente. Sin mostrar mucho, la Universidad Católica de Ecuador dejó en el camino a un Bolívar que no presentó argumentos de local, no fue contundente y no pudo desplegar el fútbol que había mostrado en el inicio de temporada y que seguramente pretendía el DT Zago para el crucial encuentro. Bolívar perdió la clasificación jugando de local, no hizo respetar su reducto y no logró la diferencia que le permitiera tener un margen de error en Ecuador; al contrario, el libreto cambió por completo para el partido de vuelta, ya se necesitaba buscar un resultado, el objetivo era dar vuelta la serie y salir a buscar el partido, pero Bolívar pareció no asimilar ello ni el compromiso que estaba disputando. La desconcentración y el gol tempranero que recibió Bolívar no fue una sorpresa y que le hagan gol de cabeza dentro del área chica tampoco fue una sorpresa, las limitaciones estaban a la vista aún en partidos de trámite favorable y que se volvieron errores garrafales en partidos decisivos porque Bolívar no supo corregir sus errores.
El objetivo de la Libertadores aún está muy lejano, otro año más que queda en deuda y lo más preocupante es que por lo visto este año en la Copa Libertadores, parece que el tiempo no será suficiente para que ese sueño tan anhelado que un día Don Mario Mercado nos hizo creer no solamente que era posible sino también que estaba muy cerca, se pueda lograr hasta el centenario.
Bolívar perdió la esencia de Academia, jugadores que no solo marquen época sino que sientan y defiendan los colores como a su propia vida, de los que se quitaban la polera y aún se veía el celeste en su piel. Es urgente recuperar la identidad de la Academia, sus hinchas se lo reclaman.
Queda el campeonato local y el título ya no es un objetivo para Bolívar sino una obligación, como lo ha sido siempre para todo equipo grande, y clasificar a la siguiente Copa Libertadores de manera directa es lo mínimo que puede ofrecer a su hinchada que ha vuelto a creer y ha vuelto a sentir la pasión por la academia.
MASSUR CUÉVAS