Con el proyecto, el régimen pretende atraer inversión extranjera, aunque con cabida también para empresas nacionales, a cambio de unos particulares beneficios para los inversores, como incentivos fiscales.
“La ley de ZEE que adelanta el régimen de (Nicolás) Maduro no es más que un complemento de la Ley Antibloqueo y que solo busca evadir la presión internacional y fortalecer la corrupción y el crimen organizado en Venezuela”, expresó el representante de Juan Guaidó en el exterior, Julio Borges.
En opinión del opositor, en Venezuela no existen condiciones para implantar las ZEE, porque «el régimen de Maduro ha destruido la economía y la institucionalidad democrática», y con este plan «busca evadir la presión internacional impuesta para buscar un cambio en el país».
Borges aseguró que «todo el que quiera lavar dinero y desarrollar economía negra tiene las puertas abiertas por parte de la dictadura», lo que supone -agregó- “un riesgo” para toda la región latinoamericana.
El opositor insistió en que la comunidad internacional no puede permitir un proceso “de construcción de un Estado criminal», porque sería «una amenaza real para la paz y seguridad del hemisferio”.
Señaló que el régimen venezolano está relacionado con grupos armados, cárteles de droga y organizaciones terroristas que “están, cada vez más, ejerciendo control del país”.
La oposición relacionó, en repetidas ocasiones, a los miembros del Ejecutivo con las ahora desmovilizadas FARC colombianas, las disidencias que sobrevivien y otros grupos terroristas internacionales. (El Nacional)