El piloto de antaño, Víctor Alanoca Valeriano, recuerda con nostalgia a su esposa, Emma Quino, que en 2020 partió a la eternidad. “Doña Emma era alma del automovilismo”, sentenció sobre su compañera de vida, cuyo natalicio se recuerda cada 26 de agosto.
Don Víctor abrió la caja de sus recuerdos personales. Relató pasajes que vinculan a su esposa con el automovilismo.
“En el Gran Premio Nacional de 1967 me sorprendió en Cochabamba. Siempre estaba atenta a nuestra participación en las carreras. Era pionera entre las esposas”.
Doña Emma era la madre de Jesús y Víctor Antonio, dos hombres vinculados al automovilismo. El hijo mayor recibió total respaldo al punto de participar en los años ochenta en cursos de conducción y en carreras en los autódromos de Rafaela y Buenos Aires en la República Argentina.
Víctor Antonio, el menor, se mantiene activo desde 1981. Es reconocido navegante e instructor de automovilismo. También fue campeón nacional en 1994.
Doña Emma administraba las finanzas de la Metalurgica Víctor Alanoca Valeriano. La empresa en su época de esplendor llegó a tener unos 28 empleados. Los talleres estaban en El Alto.
“Era una señora emprendedora para el automovilismo. Nos dio nuestros gustos. Los gastos eran cubiertos por la empresa”, rememoró su esposo Víctor. Los Alanoca fueron los pioneros de participar en el Rally Mundial República Argentina. La primera vez fue en 1987. El piloto era Jesús. Su papá y su hermano se alternaron como navegantes en 1989, 1991, 1992 y 1993.
La mejor producción fue en 1992 cuando Los Alanoca terminaron en el segundo puesto en el Grupo A Clase 6 detrás del binomio argentino Juan Díaz Dian-José Arévalo.
Doña Emma recibió entusiasmada a su esposo, Jesús y el reducido grupo que viajó a la Argentina. Se repartió guirnaldas a la llegada a El Alto.
Tampoco se olvida el tremendo esfuerzo económico que hizo doña Emma para adquirir de Toyota Boliviana Limitada dos coches de carrera (Trueno y DOHC) que había sido empleado por el piloto orureño René Rocha.
Como colofón relatar que doña Emma participó como copilota en al menos tres carreras de autos para damas. En 1981 terminó en el segundo puesto de Oruro a La Paz, acompañó a Juana Morante de Cochi. La entrega de premios de la carrera organizada por Radio Nueva América (RNA) se realizó en la Plaza Pérez Velasco, de la ciudad de La Paz.
También estuvo una vez en la Vuelta al Altiplano con María de Ponce.
A dos años de su muerte, su esposo Víctor Alanoca Valeriano, le recuerda con mucho afecto.
No se cansa en destacar el respaldo de doña Emma a la práctica del automovilismo.
EL DATO
2020 es el año en que partió a la eternidad doña Emma, quien en su momento dio su apoyo total a sus hijos y esposo, amantes del automovilismo.
MARIO ROQUE