El Carnaval paceño, al igual que los de otros departamentos, tiene sus singularidades que lo hacen único. La diversidad de actividades hace que muestre una riqueza cultural variada y llena de alegría.
Con actividades que van desde rituales hasta demostraciones folklóricas; una de ellas: la Jisk’a Anata o Fiesta Pequeña (por su significado en aymara) que este año presenta su trigésimo primera versión (31) con la característica de siempre de promover el rescate de danzas, sobre todo, andinas y la inclusión de sectores como los discapacitados.
El presidente de la Sociedad Andina de Conjuntos Folklóricos, Juan Carlos Tapia, en entrevista con EL DIARIO, relató que si bien la gramática de Jisk’a Anata significa la “fiesta chica”, la base conceptual está basada en la cultura aymara, “pues el lunes de Carnaval es donde inicia el periodo de cosecha en el área rural; se hace una pequeña ch’alla al surco para luego recoger las primeras papas llamadas “llullus”.
En tanto, el Martes de Ch’alla es el Jach’a Anata es decir, la gran fiesta y las actividades carnavalescas concluyen con el Domingo de Cacharpaya.
De acuerdo con Tapia, desde hace 31 años La Paz vive la Jisk’a Anata, caracterizada por el rescate de danzas e inclusión de sectores como las personas con discapacidad.
“Aquí se presentan la diversidad y muestra de la riqueza cultural de diferentes regiones del país, sobre todo aquellas danzas que no son tan conocidas o fueron casi olvidadas”, manifestó.
Fue un grupo de folkloristas, entre ellos, Mario Flores, Edgar Tapia, Augusto Solís, Óscar Hebert, Juan Carlos Tapia, Oscar Claure y Luis Alberto Valle, quienes motivados por revalorizar el Carnaval paceño “que estaba ya muy venido a menos”, y decidieron conformar y rescatar las muestras carnavalescas de antaño donde participaban tarqueadas, chutas, wacas wacas y otros.
“Es así que en la primera entrada de la Jisk’a Anata participaron 13 fraternidades; la segunda ya contó con doble cantidad de danzas, 26; ya para el tercer año superaban las 40 yde ahí en más, ya empezamos con un crecimiento vegetativo bastante grande”, sostuvo Tapia.
En la actualidad, la Sociedad Andina de Conjuntos Folklóricos tiene registrados alrededor de 100 fraternidades. “Podemos decir que al país le hemos ofrecido más de 70 diversos tipos de danza y música a lo largo de los 31 años”, dijo.
Durante ese tiempo, entre las danzas que lograron rescatar el Carnaval está el de Chaupirama, del Norte Potosí; los Chamas de Rurrenabaque que representan a la etnia Esse Ejja; también se amplió la visibilización de la cultura Afroboliviana con la Saya; de igual forma con la cultura Callahuaya a través de los khantus.
“Hemos hecho un rescate, pero también fomentamos la conservación y preservación de las danzas y de atuendos. Por ejemplo, hasta cierto momento, hemos logrado que los Sicuris de Italaque recuperen el atuendo antiguo, es decir, el faldón y el tocado de plumas, pero debido a las recientes normativas sobre la prohibición del uso de animales para los trajes, se tuvo que cambiar el tocado por el poncho”, explicó el representante.
NOVEDAD
Para esta gestión, en la entrada de la Jisk’a Anata, al igual que en todos los años, presentará danzas que no se presentaron en anteriores versiones. “Este año estará un grupo de tobas que vendrán con típafos, que son instrumentos que permiten hacer música autóctona y especial”.
Además, se presentará un grupo que llegará desde Sucre, con la danza del zapateo chuquisaqueño.
GRUPOS ESPECIALES
En la entrada de la Jisk’a Anata, esta gestión participarán 77 fraternidades, seis de ellas son de personas con discapacidad. “Desde el año pasado son seis, con la tarqueada Luis Braile conformada por personas no videntes y que nos acompañan desde hace 28 años, las fraternidades de personas con discapacidad que participan de la entrada”, sostuvo Tapia.
Recalcó que la participación de estas fraternidades, “nos llena de orgullo, porque nos constituye en la única entrada de Bolivia y del mundo, con personas discapacitadas que participan de una entrada folklórica y esto le da un toque especial al Jisk’a Anata, porque permite que seamos más inclusivos, tolerantes y fomentemos la empatía”.
Este lunes de Carnaval se realizará la 31° versión de la Jiská Anata, que recorrerá el centro paceño, desde la avenida Montes hasta culminar por inmediaciones de la avenida Simón Bolívar, en la urbe paceña.