El Real Madrid arrancó la defensa de la Champions con un triunfo 3-1 ante un valiente Stuttgart, frenado solo por un inmenso Thibaut Courtois, este martes en el Santiago Bernabéu, en el bautizo europeo con gol de Kylian Mbappé y Endrick con la legendaria camiseta blanca.
El nuevo ídolo madridista abrió el marcador en el 46, con Deniz Undav igualando en el 68. Finalmente un cabezazo de Antonio Rüdiger ante el equipo en el que se formó como futbolista dejó los tres puntos en la capital española (83) y el brasileño Endrick marcó en la última jugada (90+5).
Camino a la décimosexta’, avisaba una inmensa pancarta en uno de los fondos del Bernabéu en el primer partido en Champions del equipo desde que conquistara la 15ª ante el Borussia Dortmund (2-0) en Londres el 1 de junio.
La competición estrena formato -grupo único de 36 equipos, ocho partidos contra diferentes rivales y los ocho primeros clasificados de manera directa a octavos- y el Real Madrid intenta encajar las piezas de su nuevo puzle: Sin Toni Kroos en el medio y con Mbappé en su ataque.
La salida del alemán se traduce en una menor fluidez en la construcción, mientras que la presencia de Mbappé supone más madera ante la portería rival, pero aumenta el riesgo de atasco al juntarse en las inmediaciones del área con Vinicius, Jude Bellingham y Rodrygo.
El flamante cuarteto está en plena búsqueda de automatismos: Este martes Vinicius y Mbappé alternaron centro y banda izquierda, Bellingham se movió en la mediapunta y la derecha fue para Rodrygo.
Con menos problemas de rico, el Stuttgart, en su cuarta participación en la Champions, la primera desde 2010, se plantó en el Bernabéu sin complejos, generando un carrusel de ocasiones en los 20 primeros minutos salvadas por el gigante Courtois.