Todo un cóctel perfecto para un buen partido de fútbol sin un palpable favorito, que será dirigido por el árbitro FIFA colombiano Wilmar Roldán a partir de las 16H00 HB en Rio de Janeiro.
El Xeneize disputará su duodécima final de Libertadores y persigue con desespero el séptimo título tras los ganados en 1977, 1978, 2000, 2001, 2003 y 2007, tres de ellos (2000-2001-2007) gracias al exquisito talento de Juan Román Riquelme, máximo ídolo del club azul y oro del barrio bonaerense de La Boca, y del que hoy es su vicepresidente.
De conquistar la séptima, Boca igualará con Independiente de Avellaneda como el máximo ganador del principal torneo de clubes de la Conmebol.
El Fluzão, uno de los clubes grandes de Río de Janeiro y de Brasil, nunca ha levantado el trofeo de la Libertadores. Lo más cerca que estuvo el Tricolor carioca del barrio de Laranjeiras fue en 2008, en su primera presencia en una final, cuando perdió en el Maracaná en definición por penales con Liga de Quito.
Las autoridades de Rio estiman la presencia de al menos 150.000 hinchas xeneizes en la Cidade Maravilhosa. La Conmebol reservó 20.000 entradas para los aficionados de cada club en el Maracaná, con capacidad para 79.000 espectadores.
Sin embargo, el clima festivo por la final se vio alterado violentamente el jueves, luego de que cientos de barrabravas de Fluminense atacaron a decenas de hinchas xeneizes en la famosa playa de Copacabana, una acción que fue reprimida por la policía militar de Rio con gases lacrimógenos y balas de goma hacia el sector donde se ubicaban los aficionados argentinos.
Porque su rica historia lo avala y suele convertirse en un auténtico depredador cuando juega las instancias decisivas de la Libertadores, Boca Juniors llega con una ligera ventaja sobre Fluminense, que se ampara en un estilo ambicioso y ofensivo que el técnico Fernando Diniz ha impuesto.
«Nos preparamos bien para jugar este partido, para esta gran final. Vamos a seguramente estar acompañados por mucha gente. Todo el país está pendiente de este partido. Vamos a hacerlo superbién, estamos muy preparados», aseguró el técnico boquense Jorge Almirón.
Es un juego que para mi carrera se convierte en la final más importante de todas, y para la historia del club también es el más importante» Diniz, dt de Fluminense
Cavani quiere el título
“Hay un camino muy largo para llegar hasta acá y si no hubiese recorrido ese camino tal vez no hubiese llegado hasta, pero cambiaría mucho, menos la Copa América (2011) con Uruguay, creo que te dejo todo lo que tengo por poder lograr la Copa con Boca. Dios quiera que todo se pueda dar mañana (hoy)”.