Entonces fue contra Chile en Santiago (2-0). Ahora, ocho años después, cayó en Montevideo frente a Uruguay por idéntico resultado. Hay otro punto en común en esos dos tropiezos: Neymar y sus ausencias.
El delantero no estaba en la anterior derrota porque estaba sancionado y en esta el 10 de la “canarinha” no pudo jugar la segunda parte. Lesionado, se retiró antes del descanso con el carrito-camilla, tapándose la cara, con gestos de mucho dolor y hasta lágrimas.
En Brasil temían que se tratara de una lesión importante en la rodilla izquierda, algo que se ha confirmado esta noche.
Dice adiós a la temporada tras sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco.
El futbolista, con cara de evidente preocupación, abandonó el estadio Centenario caminando con muletas y con una prótesis que inmovilizaba la articulación dañada.
Se iba a someter a pruebas en São Paulo para ver si tenía dañados los ligamentos. Los tiene. (LA VANGUARDIA)