Neymar fue el principal foco de las críticas. Luego del partido, cuando se dirigía al vestuario, el astro del Al-Hilal recibió insultos de la tribuna e incluso le cayó un paquete de crispetas (pipocas) en la cabeza, hecho que desató su furia al punto que miembros del cuerpo técnico tuvieron que calmarlo. El 10 perdió la compostura justo después de sentir el golpe en la cabeza y, visiblemente enojado, buscó con la mirada al responsable del ataque. Aunque no quedó claro quién le lanzó el objeto, Neymar la emprendió contra un grupo de hinchas que estaba más cerca de las barandas, diciéndoles a viva voz algunos insultos. (SEMANA)