Mario Balotelli, un jugador tan genial como díscolo, volvió responder a quienes le consideran acabado para el fútbol como mejor sabe: marcando dos goles en su debut con el Niza, el club francés donde procura su definitivo renacimiento. A los 26 años y con un currículum repleto de vaivenes futbolísticos y personales, el internacional italiano inició anoche su andadura en Francia con dos tantos que dieron a su nuevo equipo un sufrido triunfo ante el coloso Olympique de Marsella (3-2), el primero en el minuto 7 de penalti y el segundo, un cabezazo en el 78. Contratado a última hora por el Niza -un club cuyos años áureos se remontan a los años 50-, Francia había acogido con expectación y recelo al irreverente delantero que, a pesar de su reconocido talento, no había llegado a consolidarse en ninguno de sus cuatro anteriores equipos: el Inter, el Manchester City, el Liverpool y el Milan. ”Superbe, Mario” (“Extraordinario, Mario”), le dedicó en su portada el diario deportivo de referencia de Francia, ‘L’Equipe’.
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