La previa a la participación del fondista boliviano Héctor Garibay en maratón para varones (42 km.) de la Olimpiada de París 2024, este sábado (2:00 HB), se asemeja a una novela de suspenso para todos los bolivianos.
Es reconocida la capacidad de campeón que tiene Héctor, sin embargo, parece que en esta representación las condiciones y el estado de ánimo del atleta no condicen con la expectativa que despierta su participación. Ayer, todos despertamos con la noticia última relacionada a Garibay. El avión que debía transportarlo desde Bogotá hasta París, lo había dejado, junto a su equipo de apoyo. Habían perdido el vuelo.
Informaciones preliminares daban cuenta que el grupo había abordado el vuelo La Paz- Bogotá – París , hicieron la primera parada a las 5:59 (hora colombiana) y tenían un margen de al menos 7 horas para tomar la combinación que los llevaría a París y que partía de tierra cafetalera a horas 13:45.
Aparentemente, el equipo se distrajo en un restaurant del aeropuerto a la hora del almuerzo, sin tomar en cuenta que debían abordar al menos con una hora de anticipación. Según reporte de Deporte Total, llegaron 15 minutos de que despegue la aeronave y la línea de transporte en cuestión, ya no les permitió su ingreso.
En París lo esperaban varios bolivianos residentes, dirigentes y periodistas, pero nunca llegó, lo que desalentó a su hinchada y llamó a la preocupación de propios y extraños. Aunque la información se manejó de manera discreta en el Comité Olímpico Boliviano, fue el mismo Garibay quien a través de sus redes sociales envió un mensaje tranquilizador, sin explicar la causa exacta del retraso para abordar la nave que lo debía transportar hasta París, sin embargo, aseguró que “no perdió el tiempo y que entrenó en Colombia, gracias a la ayuda de sus colegas en ese país”.
Luego, junto a su staff de trabajo, tomó una próxima combinación y ya se encuentra en territorio parisino desde las cero horas de hoy, viernes.
Mañana compite con los mejores fondistas del mundo y aparte de agradecer al pueblo boliviano por el constante apoyo, Héctor aspira estar entre los mejores 20 velocistas del mundo y mucho más aún, ganar una medalla olímpica para nuestro país.
De Héctor Garibay se dice que es un atleta completo, con la capacidad de triunfo y resiliencia ante cualquier adversidad y para demostrar esta su cualidad, deberá hacer un excelente papel en la prueba. Lo que es digno de análisis es la falta de previsión de quienes manejan al atleta que por errores humanos más que técnicos, debió cambiar su estrategia para optar por otra, que solo el tiempo lo dirá si fue buena o mala.

GHILKA SANABRIA