“A pesar de mi error (por su expulsión), la gente y mis compañeros me bancaron, todos saben el cariño que le tengo a mi club”, gritaba con lágrimas en los ojos el tarijeño, quien el 24 de diciembre de 2016 pudo levantar la última copa con César Farías.
“No me canso de agradecer de nuevo, me bancaron a muerte, durante todo el año, me recibieron mejor que antes, en la cancha demostraron la valentía de pelear con diez. Este equipo es de mucho sufrimiento, se tenía que dar, Dios sabe porque pasa todo”, remarcó el volante, quien fue expulsado ayer.
En tanto que Enrique Triverio, el goleador atigrado, expulsado ante Vaca Diez y quien por ese motivo no fue de la parte ayer, estaba emocionado junto a sus compañeros en la pista atlética del estadio Siles.
“Merecidamente lo logramos. Solo tengo palabras de agradecimiento a quienes nos apoyaron”, afirmó.
Guillermo Viscarra, por su parte, se emocionó hasta dejar caer las lágrimas al final del partido.
“Deber cumplido, la gente atigrada se lo merece”, manifestó eufórico.