Cuando falta un mes, aproximadamente, para el inicio del torneo Preolímpico, la estabilidad de la Sub-23 está en riesgo.
El viernes, el partido de preparación entre las selecciones de la categoría Sub-23 de Bolivia y Perú (1-1) fue suspendido durante el segundo tiempo por una pelea entre jugadores en uno de los campos auxiliadores de la Villa Deportiva Nacional (VIDENA), de Lima.
El segundo partido amistoso entre estas selecciones quedó inconcluso y con división de honores, debido a la riña con empujones que hubo entre los futbolistas a los 50 minutos. La gresca comenzó cuando uno de los asistentes del entrenador Pablo Escobar no quiso dejar el campo de juego, tras su expulsión y los reclamos saltaron al terreno entre los jugadores.
El árbitro Bruno Pérez decidió suspender el juego, junto a sus colaboradores abandonaron el terreno.