FIFPRO, organización que vela por los jugadores de fútbol profesional en el mundo, expresó en sus cuentas oficiales en Redes Sociales, que los futbolistas en Bolivia se encuentran «desamparados» por varios motivos.
«Graves retrasos en el pago de salarios, agresiones y amenazas a futbolistas, falta de protección para resolver situaciones médicas urgentes y canchas deportivas ilegítimas son algunas de las razones por las que los jugadores en Bolivia viven desde hace tiempo en un estado de total indefensión», expresa el reporte.
FIFPRO añadió que el problema «no es nuevo», ya que hay antecedentes desde 2020. La FIFA había determinado que establecería un Comité de Normalización para intervenir, aunque al final de la pandemia la intervención no fue reprogramada.
«En consecuencia, a principios de este año, FIFPRO solicitó a la FIFA que interviniera urgentemente ante la FBF. También se presentó una denuncia ante el Comité Disciplinario y el Comité de Ética de la FIFA en junio de 2023 sobre irregularidades en los órganos de toma de decisiones de la FBF (el TRD y la TSA) e incumplimientos disciplinarios y éticos. Durante 2021, los futbolistas, agrupados por la FABOL, realizaron diferentes protestas para defender sus derechos más básicos, acción que derivó en acuerdos firmados con la FBF. A la fecha, estos acuerdos, que han sido renegociados en diferentes ocasiones por incumplimiento, aún no se respetan», se añadió.
Esta organización acotó que apenas un club de quince tiene las cuentas al día; el resto deben «dos o más meses de salario. Además de estas deudas, varios clubes también tienen deudas con algunos futbolistas de años anteriores (2021, 2022, 2023), por hasta 14 meses de salario. También hay incumplimientos por parte de los clubes en el pago de diversos premios relacionados con la participación en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana».
FIFPRO acotó sobre el caso del futbolista colombiano Guillermo Beltrán, futbolista que murió en un entrenamiento con su club Real Santa Cruz.
«La historia detrás es que a Guillermo le debían cuatro salarios y, según le dijeron sus compañeros a la FABOL, les pidió dinero prestado para comprar comida. Beltrán no estaba bien alimentado y tampoco fue convocado para entrenar. El día que lo llamaron sufrió un infarto».
El ente de jugadores no dejó de lado el caso (todavía sin resolver) de los jugadores de Always Ready, quienes habían recibido ataques tras un partido.
«En el vestuario fueron recibidos por miembros de la barra brava (ultras) del club, que saquearon sus pertenencias y les robaron dinero y teléfonos móviles. Además, los futbolistas fueron perseguidos por individuos armados y tuvieron que pagar de su propio bolsillo una escolta policial porque el autobús del club se había marchado sin ellos.Un jugador testificó que Andrés Costa, presidente del club, lo golpeó. Hasta el momento no se han impuesto sanciones de ningún tipo al club. Ángel Fernando Costa, padre de Andrés y presidente de la FBF, es el propietario y accionista mayoritario de Always Ready con el 82 por ciento de sus acciones».
La publicación es extensa. La Federación Boliviana de Fútbol todavía no se refirió del tema bajo ningún comunicado o conferencia de prensa.