El duelo entre Bolívar y Always Ready, prometía fútbol y goles, quedó con un empate en blanco en el estadio Hernando Siles, donde esta igualdad le otorgó a la Academia una mínima ventaja como líder, a la conclusión de la sexta fecha del Campeonato Clausura.
El fútbol entrecortado le ganó al espectáculo. Esta manera de llevar el juego le sirvió a los millonarios, que estaban dosificando sus energías con vistas a su revancha, del jueves, contra Liga Deportiva Universitaria de Quito (Ecuador) por la Copa Sudamericana.
Entonces, Bolívar tomó la iniciativa, poblando el lado contrario, pero descuidó sus espaldas y fue ahí cuando mostró que su defensa es frágil y con una demora en la reacción, que bajo circunstancia distintas y con una ofensiva con mayor oficio pasará vergüenzas.
En la primera parte, un remate de Bruno Sávio chocó en el poste, luego de rozar en Marcelo Suárez, descolocando al arquero Alaín Baroja. Eso fue lo poco que pudo mostrar el cuadro de Tembladerani.
Mientras, Carlos Lucimi, delantero colombiano que debutó en el fútbol boliviano, tuvo dos ocasiones, producto del descuido de Anderson De Jesús, quien hasta el día de hoy recién fue exigido y lució sus limitaciones para controlar en el uno a uno. Los dos remates de Lucumi fueron respondidos con atajadas de Carlos Lampe.
El gol de los millonarios pudo llegar en la segunda mitad cuando Lampe dejó su área para despejar un balón, pero pifió la pelota, presionado por Cristian Cañozales, quien se llevó el esférico, tuvo el arco libre, demoró en rematar y cuando lo hizo falló.
Otro debutante fue el paraguayo Alfio Oviedo, quien tuvo la chance de anotar el gol y ganarse en afecto de la afición celeste. En la recta final, recibió una habilitación al vacío, sacó un derechazo a media altura que Baroja pudo desviar con las dos manos.
La Academia queda como líder solitario con 14 puntos, The Strongest mira como segundo en la tabla con 13 y Always Ready está como tercero con 11. Fuera de esto, los celestes quedaron con un sabor amargo por su falta de argumentos para salir del embrollo generado por los millonarios.
ERWIN QUISPE PERCA