Los ‘Diablos Rojos’ nunca dieron la sensación de poder clasificarse a octavos de final. Necesitaban casi un milagro los de Erik Ten Hag. Ganar a los bávaros -que no se jugaban nada- y esperar un empate en Copenhague, pero no ocurrió ninguna de las dos historias. Tras 70 minutos de triste 0-0, un gol de Kinsgley Coman, asistido por Harry Kane, terminó la agonía del United, al que ni la consolación de poder centrarse ahora en la Premier League tapa una fase de grupos tétrica.
Un empate ante el Galatasaray, una victoria ante el Copenhague -dando las gracias- y cuatro derrotas son el balance del United en su vuelta a Europa. Un buen análisis de cómo está este equipo hoy en día. Ni siquiera ante un Bayern con los deberes hechos y con la cabeza en otro lado pudieron dar la cara los de Ten Hag.