El ataque fue multitudinario y, por lo visto, planificado. Es importante recordar que la barra brava de Boca Juniors, La Doce, todavía no llegaba a Brasil al momento en el que se registraron estos hechos. Por lo tanto, no se trató de una pelea, como pasa en otras ocasiones, cuando las dos barras se provocan con anticipación. Fue un ataque directo a los aficionados comunes que portaban una playera de Boca Juniors. De igual modo, hay que que resaltar que la violencia la ejercieron los barra brava del Fluminense, no los aficionados comunes.