Con sus estrellas James Rodríguez y Luis Díaz en estado de gracia, Colombia se floreó 5-0 ayer ante la débil Panamá y avanzó a semifinales de la Copa América, donde le espera un rival mucho más exigente.
La selección cafetera, que se afianza como candidata a ganar su segundo título continental tras el que conquistó de local en 2001, extendió su invicto a 27 partidos igualando el récord que había establecido entre 1992 y 1994.
Del total de esa impactante cifra sin perder, 24 partidos corresponden al actual entrenador, el argentino Néstor Lorenzo, un discípulo de José Pekerman.
La marea amarilla colombiana, gran mayoría entre los casi 40.000 espectadores presentes en el majestuoso estadio State Farm de Glendale, en el desierto de Arizona, celebró por todo lo alto la contundente victoria de su selección.
Recuperado de su floja temporada en el Sao Paulo, James, de 32 años, decisivo este sábado, está haciendo méritos suficientes como para ser considerado el MVP de la Copa América.
«Fue un partido duro a pesar de como se ve en el resultado. Ellos son fuertes, pero entramos de muy buena manera, supimos hacer los goles rápido y eso nos dio control del partido», declaró el volante del Sao Paulo a la televisión oficial del torneo de la Conmebol.
John Córdoba abrió la cuenta al minuto 8 y a los 16 apareció James con el cobro de un penal. Antes de ir al descanso, el volante cafetero despachó una precisa asistencia a Lucho Díaz quien definió con clase para el 3-0. Richard Ríos aumentó 4-0 con un violento disparo a distancia a los setenta minutos y el delantero Miguel Borja cerró la cuenta al 90+4 con otro penal.
Los canaleros pagaron caro su desconcentración en el inicio del duelo y ya no pudieron remontar, pero en el balance global del torneo han mostrado un desempeño digno, más aún valorando que las dos máximas potencias de la Concacaf, el anfitrión Estados Unidos y México, no pasaron de la fase de grupos.