Si bien Ali también se bautizó así mismo como “yungueño” por el terrible accidente que sufrió en una Vuelta a los yungas” donde su bólido se embarrancó con él dentro el habitáculo por Challa, una población entre Yolosa y Caranavi. Sobrevivió al accidente, salió magullado, golpeado al camino y de ahí se recuperó para hacer crecer más su estirpe de campeón de automovilismo.

Estaba en Buenos Aires, hospitalizado en un nosocomio bonaerense al que había llegado luego de que en febrero de este año le hicieron una operación a corazón abierto en Cochabamba, del que no pudo recuperarse.

Fueron más de nueve meses en los que el egipcio boliviano y ya mítico campeón luchó con toda su fortaleza para estar “un tiempo más” con los suyos. No aguantó su corazón, tras una dura batalla de al menos siete meses en Buenos Aires.

Las desgarradoras palabras escritas en su cuenta de Facebook del hijo que siguió sus pasos y al que guió a ser campeón fueron patéticas y llenas de emoción: “Hoy, miércoles 8 de noviembre de 2023, en Buenos Aires, Argentina, a horas 1:30 am, mi alma se acaba de desgarrar por completo, se desmorona mi mundo y se fractura mi ser para siempre. Mi ídolo, mi guía, mi fortaleza, mi maestro, mi mejor amigo, mi ejemplo a seguir, hoy Dios decidió hacerse de su compañía sublime, que tantos años compartió con nosotros. Mi Leyenda eterna, tu legado seguirá intacto Faraón, te amo”, escribió Ali Abo El Nour Simon, quien al igual que su padre es un amante de sus fierros y ya llegó a ser campeón nacional de automovilismo.

De inmediato las redes sociales se inundaron con la confirmación de la muerte del ya legendario campeón de automovilismo, el Faraón de las rutas, Ali Eid Ali, quien construyó en base a mucho trabajo todos los bienes que posee.

El portal de Carburando fue el primero que dio la noticia, al promediar las 07.00 del 8 de noviembre, con un obituario sentido y emocionado que recordaba al “morocho de Miraflores” como también se le llamaba. “El carismático Ali, nacido en Alexandria – Egipto, cumplió su objetivo por primera vez el 27 de julio de 1987 cuando participó en la carrera Tres horas en El Alto organizando por AADLP; su anécdota, un vuelco de vehículo tres días antes de la prueba; en los 90 fue campeón nacional en la competencia Gran Premio Jaime Paz, ganándose al aficionado del automovilismo deportivo por sus palmares nacionales y desde entonces se le atribuyó el lugar de los campeones convirtiéndose en propiedad de esta disciplina”, reseñó el portal con la sentida redacción de Fernando Aramayo.

“Solidario, samaritano, buen amigo, incondicional en la amistad, tuvo un lujo que nadie hasta hoy lo igualó, poseer el coche más poderoso de la Clase R2B, antes Multivalvular, más atrás, Grupo Especial”, acotó Carburando.

La Febad, entre otras instituciones deportivas nacionales, amigos incondicionales como Omar Eid, Fernando Terrazas, Hernán Paredes, Rolando Castrillo, Víctor Alanoca, entre algunos también se manifestaron y expresaron su dolor.

El representante de Sica Sica y Luribay, Rolando Castrillo le rindió su homenaje al rival de la ruta pero amigo inolvidable: “El cielo abre las puertas al campeón y Faraón de las rutas Ali Eid Ali Abo El Nour. Mi gran amigo con el que disputé tantos campeonatos en ruta, tantas risas y tantas anécdotas que sería un libro sin fin. Y como no decirte gracias por esa vez que no te importó la carrera y me auxiliaste sin pensarlo, en ese accidente en Copacabana donde casi pierdo la vida. El mundo dice adiós a la persona más noble y carismática, querida por todos y admirado por su bondad. Querido amigo fue un placer haber compartido muchas aventuras contigo, se quedarán plasmadas en los duelos que teníamos y las risas que llevamos por toda Bolivia. Siempre te tendré presente”.

El mítico campeón nacional recibirá un homenaje y será velado en los salones del Automovil Club Boliviano a partir del sábado, cuando llegarán sus restos desde Buenos Aires, Argentina.

QEPD Ali Eid Ali.

«Mi Leyenda eterna, tu legado seguirá intacto Faraón, te amo.» Ali Abo El Nour Simon

«Siempre estarás en los corazones de todos, un abrazo hasta el cielo» ROLANDO CASTRILLO

EL DIARIO