Los ataques ocurrieron concretamente en un barrio de la capital, el de Carrefour Feullies, situado en el sureste de la ciudad y cuyo control perseguía la banda armada desde hace meses para consolidar su territorio en Puerto Príncipe, según explican organizaciones humanitarias y ciudadanos.
Los primeros tiroteos empezaron durante la tarde del pasado domingo pero no fue hasta la madrugada del lunes que la población comenzó a escapar de sus hogares en medio de súplicas de auxilio a la Policía haitiana.
Sin embargo, a lo largo de los tres días siguientes la banda liderada por Renel Destina, alias ‘Ti Lapli’ de 42 años y buscado por el FBI tras secuestrar hace dos años a un ciudadano estadounidense, acabó lanzando una última ofensiva que le llevó apoderarse del barrio entero a tiro limpio en la cabeza, según explica una de las supervivientes, una joven estudiante.
Mientras, la ONG haitiana de la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos, fuente del balance provisional de víctimas, insistió en sus peticiones de ayuda ante la avalancha de personas que llegó en los últimos días a su sede en la capital.
Además de la masacre en Carrefour Feullies, las fuentes locales de Alter Presse informó de otros ocho muertos en nuevos episodios de violencia, ambos ocurridos el miércoles, cuando resultaron acribilladas a tiros cinco personas en la estación de autobús de Delmas 31, también en la capital. (Europa Press).
La violencia criminal en Haití dejó, durante los dos últimos años, al menos 600 muertos y cientos de secuestrados en medio de la incapacidad de las autoridades haitianas y de esfuerzos internacionales como los protagonizados por Kenia o Canadá para intentar contener la violencia con el despliegue de fuerzas o inyecciones económicas a las fuerzas de seguridad nacionales.