El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó ayer que millones de niños sudaneses se encuentran en riesgo a causa de los combates entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que dejaron hasta el momento cerca de 300 muertos, entre ellos al menos nueve menores.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, resaltó que cinco días de intensas hostilidades en Sudán y cuatro altos al fuego fallidos se cobraron un número devastador de víctimas entre los niños del país. «Si la violencia no cesa, esta cifra solo aumentará», dijo, antes de resaltar que la peligrosa situación de seguridad en todo el país hace muy difícil recoger y verificar información, pero sabemos que, mientras los combates continúen, los niños seguirán pagando el precio».
«Muchas familias están atrapadas en el fuego cruzado, con poco o ningún acceso a electricidad, aterrorizados por los combates y por la posibilidad de quedarse sin comida, agua o medicamentos. Miles de familias se vieron obligadas a huir de sus hogares en busca de seguridad», lamentó Russell, que dijo que existe informaciones sobre niños que se buscaron refugio en escuelas y centros médicos durante los combates.
Asimismo, apuntó a la existencia de casos de niños hospitalizados evacuados porque los bombardeos se acercan y hospitales, centros sanitarios y otra infraestructura esencial dañada o destruida, lo cual limita el acceso a atención vital y medicamentos. «Los combates interrumpieron la atención esencial para unos 50.000 niños con desnutrición aguda grave. Estos niños tan vulnerables necesitan un cuidado continuado y contrarreloj, que se está viendo en riesgo debido a la escalada de la violencia», especificó.
«Además, los combates también ponen en riesgo la cadena de frío en Sudán, incluyendo vacunas e insulina por valor de 40 millones de dólares (cerca de 36,4 millones de euros), debido a los cortes del suministro
eléctrico y la imposibilidad de reabastecer con combustible los generadores», señaló Russell, que recordó que ya antes del aumento de la violencia las necesidades humanitarias eran más altas que nunca en Sudán.
«La ayuda humanitaria es esencial, pero Unicef y nuestros aliados no podemos proporcionar ese apoyo si la seguridad y protección de nuestro personal no se garantiza. Nuestros corazones y pensamientos están con los seres queridos de nuestros colegas del Programa Mundial de Alimentos (PMA) que perdieron sus vidas o fueron heridos», manifestó la directora ejecutiva del organismo.
En esta línea, denunció que «Unicef y otras agencias humanitarias fueron saqueadas por individuos armados» e hizo hincapié en que ataques como estos contra las organizaciones y trabajadores humanitarios son actitudes contra los niños y familias a los que servimos». Por último, solicitó un llamamiento a un alto el fuego y que las partes garanticen la entrega de ayuda humanitaria a los niños afectados.
Por su parte, la organización no gubernamental Save the Children relató que los cortes de electricidad provocó la destrucción de vacunas y ha especificado que al menos 32 centros de vacunación que apoya se han visto afectados.
«Los niños son las primeras víctimas de la guerra, y a medida que se desarrolla esta crisis estamos viendo que no es sólo con armas, sino con la destrucción de servicios sanitarios que salvan vidas. Sudán ya estaba atravesando la peor emergencia humanitaria de su historia debido a años de conflicto, desastres naturales inducidos por el clima, brotes de enfermedades y crisis económica. Incluso antes de este repunte repentino de la violencia, 15,8 millones de personas necesitaban ayuda humanitaria», aseveró el director de Save the Children en Sudán, Arshad Malik.
«El sistema sanitario del país, ya de por sí agotado, se sumió en el caos, y la infancia, especialmente la que sufre desnutrición u otras afecciones, será la primera víctima. No sólo necesitamos que este alto el fuego dure indefinidamente, sino que debemos aprovecharlo proporcionando asistencia sanitaria, alimentos y agua a los niños y niñas que han soportado días de terror. Necesitamos que la comunidad internacional
haga lo que esté en su mano para ayudar a las autoridades a reconstruir nuestro sistema sanitario y proporcionar financiación para la crisis sanitaria y de hambre del país», manifestó.
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la reforma del aparato de seguridad y la integración de la fuerza paramilitar lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‹Hemedti›, quien es además vicepresidente del Consejo Soberano de Transición en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición. (Europa Press).