La vicerrectora de esa casa de estudios superiores, María Eugenia García, señaló que además de esa posibilidad, también existe preocupación respecto a la posible presencia de metales tóxicos.
Detalló que se conoció reclamos de la ciudadanía respecto a que se presentarían casos con síntomas como alergias en la piel, irritación en la garganta, en los ojos e incluso caída de cabello, en personas que viven por el Centro y Sopocachi. Para asumir acciones, incluso, se conformó grupos de WhatsApp.
Ante esta situación, García, quien también es especialista en hidroquímica y contaminación, indicó que desde el punto de vista de la toxicología ambiental esto podría estar relacionado con la presencia excesiva de cloro en el agua; no obstante, se requiere de un estudio y un proceso de monitoreo para confirmar o descartar.
“La sugerencia es analizar en las bocas de grifo, donde el agua llega directamente para el consumo de la población, porque desde la represa hasta el grifo pueden estar pasando varias cosas, no sólo por el cloro, sino también por otros elementos. También necesitamos analizar y monitorear las plantas de tratamiento. La universidad pone a disposición sus investigadores, científicos, laboratorios y equipos. Lo único que necesitamos es apoyo con los reactivos y la logística”, manifestó la vicerrectora.
García recordó que el agua que reciben los vecinos de Sopocachi y Centro proviene de Milluni, que es una región con mucha actividad minera y presencia de elementos tóxicos como plomo, mercurio, arsénico y otros metales pesados y tóxicos, razón por la que se hace un pretratamiento del agua antes de su llegada a las represas.
Lo que más preocupa es la concentración de metales pesados como el plomo, cadmio, hierro, zinc, que son bioacumulables, es decir, no se eliminan en el organismo, slo se acumulan, lo que puede causar algún efecto en el cerebro y riñones.
La experta acotó que el estudio que se debe realizar tiene que contemplar el análisis del agua en distintos sectores de la urbe y deberá hacerse desde las fuentes donde nace, hasta que sale del grifo. Asimismo, se tiene que evaluar el PH, la conductividad, sólidos, sodio, potasio, cloruros, sulfatos, nitratos y metales pesados, entre otros aspectos.