Un total de 31 niños ucranianos, enviados a Rusia, en el marco del conflicto bélico, lograron regresar a sus hogares con sus familias, tras haber sido secuestrados, según la organización humanitaria Save Ukraine.
«Hoy damos la bienvenida a otros 31 que habían sido trasladados de manera ilegal a Rusia desde territorios ocupados», celebró Mykola Kuleba, quien dirige la asociación Save Ukraine que trabaja desde hace más de un año en contra de estas deportaciones forzadas y los derechos del niño.
Según detalló la ONG, los menores vivían en las regiones de Kharkiv y Kherson -al noreste y sur del país- que fueron ocupadas por las tropas enemigas al inicio de la guerra y lograron su liberación el pasado otoño.
Los menores llegaron a los territorios controlados por el ejército de Zelensky, luego de cruzar la frontera a pie y continuar su travesía dentro del país en un autobús. La organización precisó que se reunirán con sus familias tras una larga separación de varios meses», tras la cual comenzarán con una ardua recuperación psicológica y física. «Vamos a seguir cuidando de ellos hasta que las familias estén en casa», agregaron.
Además de celebrar este acontecimiento, Kuleba aprovechó para elogiar a todas las madres heroicas que viajaron a los territorios rusos para intentar recuperar a sus hijos en lo que describió como una de las misiones más difíciles de la asociación.
Inclusive, en una de estas travesías, una anciana que quería encontrar a dos de sus nietos murió a causa del estrés que le provocó, entre otras cosas, el interrogatorio de 13 horas con los agentes de los servicios secretos rusos.
La deportación ilegal de menores ucranianos por parte del Kremlin es un crimen de guerra y fue condenado por la comunidad internacional. Estas maniobras hicieron que el pasado 17 de marzo la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto contra el presidente Vladimir Putin y su comisionada para los Derechos del Niño, María Alekseyevna Lvova-Belova.
El tribunal sostiene que son presuntamente responsables del crimen de guerra y asegura tener motivos razonables para respaldar su acusación.
A raíz de ello, ambos funcionarios quedaron imposibilitados de visitar o sobrevolar 123 países que adhieren al Estatuto de Roma y por lo que, de presentarse en su territorio, deberían avanzar con su detención.
Las autoridades de Kiev informaron que, desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, más de 16.000 niños fueron secuestrados por Putin mientras que Moscú niega estas acusaciones y asegura que los menores fueron llevados a sus tierras para estar a salvo de los horrores de la guerra.
Por otro lado, Lvova-Belova declaró recientemente estar dispuesta a comenzar el proceso de reunión de los niños con sus allegados pero únicamente si esto es solicitado por Ucrania, algo que sostiene no ocurrió hasta el momento.
Sin embargo, en la práctica quedó expuesto que Rusia no actúa en línea con ello ya que, una vez en su territorio, a los menores les es tramitada la nueva nacionalidad y muchos de ellos hasta son enviados con familias de acogida. (Infobae).