El líder del Movimiento para un Gobierno de Calidad en Israel, Eliad Shraga, afirmó que la organización «está preparada» y que «comparecerá ante el Supremo para defender la democracia israelí y hacer todo lo posible para detener el golpe judicial», según información del diario ‘The Times of Israel’.
«Seguiremos protestando y luchando en todas partes y desde todos los lugares hasta que se acabe con la amenaza», dijo. Está previsto que el Supremo aborde estas apelaciones en septiembre, mientras que el Gobierno tendrá que presentar su postura por escrito diez días antes de la vista.
La decisión de fijar estas vistas para abordar las apelaciones contra la cláusula, que impide que los tribunales usen los estándares judiciales de ‘sensatez’ para analizar las decisiones del Gobierno –actualmente encabezado por Benjamín Netanyahu e integrado por partidos ultraortodoxos y ultraderechistas–, no ha incluido sin embargo una congelación de su aplicación, que ha entrado hoy en vigor.
El propio Netanyahu celebró el lunes la «necesaria» aprobación de la nueva ley y ha tendido la mano a la oposición para seguir negociando con vistas a las futuras fases de la reforma, tras el colapso de las conversaciones, que estaban siendo mediadas por el presidente de Israel, Isaac Herzog.
Desde la oposición, el líder de Yesh Atid y ex primer ministro israelí, Yair Lapid, anunció que recurrirán la ley ante el Tribunal Supremo. «No nos vamos a rendir. No vamos a convertirnos en Hungría o Polonia», manifestó, mientras que el líder de Unidad Nacional y exministro de Defensa Benjamín Gantz dijo que la aprobación de la cláusula era «una victoria de los extremistas».
Los críticos con la reforma judicial argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para limitar las competencias judiciales. (Europa Press)