A mediados de dicho mes, Reino Unido e Irlanda del Norte notificaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la detección del virus de la gripe aviar A(H5) en un trabajador avícola de una explotación de Inglaterra en la que había aves de corral infectadas con virus de la gripe aviar de alta patogenicidad (IAAP) A(H5N1).
Se notificó otra detección en una segunda persona que realizaba operaciones de sacrificio en la explotación. Ambas detecciones se confirmaron posteriormente mediante pruebas adicionales como A(H5N1). Ambos casos eran asintomáticos y se detectaron en el marco de un estudio en curso de vigilancia reforzada de trabajadores asintomáticos expuestos a aves de corral infectadas con gripe aviar.
Todos los trabajadores de esta granja y sus contactos fueron identificados; ninguno de los contactos notificó síntomas, y no fue identificado ningún otro caso de gripe. La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés) no detectó indicios de transmisión de persona a persona.
Basándose en la información disponible, la OMS considera que se trata de detecciones esporádicas de virus de la gripe aviar entre seres humanos sin que hasta la fecha haya pruebas de transmisión de persona a persona. «De esta manera la probabilidad de propagación internacional de la enfermedad a través de los seres humanos se considera baja», reitera el organismo sanitario de las Naciones Unidas.
Dada la amplia circulación en las aves y la naturaleza en constante evolución de los virus de la gripe, la OMS subraya la importancia de la vigilancia mundial para detectar cambios virológicos, epidemiológicos y clínicos asociados a los virus de la gripe circulantes que puedan afectar a la salud humana (o animal). (Europa Press)