En Guayaquil, el centro portuario de Ecuador, ya existen grabaciones que muestran a varias personas con esos síntomas. La Municipalidad y expertos en adicciones temen que el fentanilo, el opiáceo que atemoriza al mundo, ya se comercialice y se consuma en el país.
Las imágenes de personas caminando sin rumbo, con los brazos caídos, el cuerpo doblándose, sentados en las calles completamente perdidos no son exclusivas de los Estados Unidos.
El fentanilo es un opioide sintético hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Según el departamento de Salud del estado de Texas, Estados Unidos, una dosis de solo 2 miligramos de fentanilo, que equivalen a entre 10 y 15 granos de sal de mesa, se considera que es letal.
A este opioide se lo puede encontrar en inyecciones o parches que son administrados médicamente para controlar dolores intensos en pacientes con distintas patologías.
Hace un mes atrás, el Municipio de Guayaquil informó que se registraron casos de pacientes consumidores de “hache” que presentan síntomas relacionados con el fentanilo. La “hache” es una droga que se vende muy barata en las calles de Guayaquil. Se la elabora con heroína, diazepam, cemento, pintura y otros materiales.
Las sospechas sobre el uso del fentanilo se fundamentan en las observaciones que los médicos del programa Acción Ciudadana para Atención y Prevención del Consumo de Drogas del Hospital Bicentenario de Guayaquil.
Según Sagnay, a Ecuador llegaría un fentanilo ilegal que es fabricado en China, que llega a América a través de México y que es elaborado con una mezcla de precursores químicos, los mismos componentes que se usan para hacer otros productos como champú.
Quienes consumen fentanilo experimentan felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.
Ante las alertas en Guayaquil, José Ruales, ministro de Salud de Ecuador, indicó que el sistema público no cuenta con ingresos de sobredosis de fentanilo por adicción. Hasta el momento solo registran un caso de una persona que se intoxicó al ingerirlo de un medicamento.
Infobae accedió al número de atenciones por opiáceos del Ministerio de Salud. Estas incluyen a los derivados del opio como heroína, “hache”, morfina, tramal y fentalino, entre otros. En 2020 hubo 14.469 atenciones, en 2021 fueron 12.079, en 2022 las atenciones fueron 13.448. Entre enero y junio de 2023 ya se cuentan 5.140 atenciones, lo que equivale, en promedio, a casi 30 por día. De continuar con esa tendencia el 2023 cerraría con casi 10.400 atenciones por opiáceos.
El fentanilo tiene efectos terribles, quien lo consume se vuelve adicto y su rehabilitación, aunque es posible, es sumamente complicada. En Ecuador los casos sospechosos ya han encendido las alertas de los expertos y de las entidades estatales. Incluso la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria emitió un comunicado pidiendo que se informe sobre la venta irregular de medicamentos o productos que contengan fentanilo. Sin embargo, aún no hay información oficial sobre el número de adictos o sobre sí otras drogas como la “hache” contienen este opioide. Mientras tanto, cientos de personas podrían estar consumiendo fentanilo, incluso sin saberlo. (Infobae).