La era de los precios altos del petróleo hasta el 2014, favoreció a la economía nacional, así como al departamento de Tarija, pero la caída del valor del crudo en el mercado internacional sumado a la reducción de la producción de hidrocarburos, la región pasó de adulada al olvido por su bajo crecimiento, antes de la pandemia y posterior a la emergencia sanitaria.
Hoy 15 de abril Tarija celebra 206 años de la grandiosa Batalla de la Tablada, donde Moto Méndez, junto a sus montoneros, combatió ferozmente contra el ejército realista español, luchando por la libertad e independencia.
“Es ahí que comienza nuestra historia llena de anhelos y sueños de su gente, en una tierra cálida y andaluz, que hasta nuestros tiempos actuales siente que se le debe mucho, a pesar de haber sido “la muy leal, la muy fiel”, lamenta el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Tarija fue mayor en 2013 y 2014 producto de los buenos precios del petróleo en el mercado internacional, que repercutieron en el valor del gas natural que se exporta a países de Brasil y Argentina, pero un año después, es decir 2015 siguió un tendencia negativa, y el crecimiento fue desacelerándose.
Para Romero el 2014 fue un año de quiebre, dada la dependencia de la renta petrolera, desde entonces, ya no tuvimos precios extraordinarios a nuestro favor, y para variar, nuestra producción hidrocarburífera viene en picada, debido a la ley de hidrocarburos, una norma de “cosecha, no de siembra”.
De acuerdo con datos gubernamentales, el 2014 tuvimos una tasa de crecimiento económico de 4,98%, el 2020, año de la pandemia, tuvimos la contracción del PIB departamental más importante de nuestra historia moderna, con un -10,59%, señala el economista.
De acuerdo a información del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, el PIB nominal de Tarija inicio su recuperación tras la recesión de 2020 y llegó a 2.696 millones en 2021, pero a comparación de 2019 la cifra es inferior en más de 500 millones.
Según los últimos datos proporcionados por el INE, el 2021, crecimos en un 2,53%, al parecer, más una reacción en cifras, debido a la comparativa dispareja con el año 2020, pero sin embargo nuestra economía aun no se ha recuperado plenamente, asegura Romero.
El 2021, a precios corrientes, tuvimos un PIB de 2.657,01 millones de dólares, aportando apenas un 7% al PIB nacional, por lo que seriamos la 5ta economía del país; sin embargo, dado este indicador, el PIB, desde el 2014 al 2021 cayo en un 41%, de la misma manera el PIB per cápita, en un 48%.
En base a la información proporcionada por la “Memoria de la economía boliviana 2021”, Tarija tuvo una “inversión pública departamental” de 651 millones de dólares el 2014, el 2021 apenas de 156 millones, con una reducción del 76%; esto compromete seriamente la diversificación y desarrollo de la economía, ya que depende mucho de las transferencias de recursos por parte del gobierno central, reflexiona el presidente del Colegio de Economista de Tarija.
Al respecto, del 2014 al 2021 este tipo de transferencias gubernamentales hacia el departamento cayeron en un 68%, es decir la gobernación de Tarija, municipios, universidad pública y el gobierno autónomo del Chaco, recibieron menos dinero a consecuencia de una menor coparticipación tributaria (menos un 7%) y renta petrolera; por ejemplo, el Gobierno Departamental de Tarija durante este periodo, las regalías e IDH otorgados por el nivel central descendieron en un 77%.
Mientras los datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas señalan que entre 2021 y 2022 se registró incremento en las transferencias. En el caso de la gobernación registró un aumento de 14% de 602 a 687 millones de bolivianos; en municipios de 20%, de 547 a 658 millones; la Universidad Autónoma Misael Saracho un 8% de 226 a 245 millones; y la región del Gran Chaco un 175 de 400 a 470 millones.
Presupuesto
Según el informe inicial de gestión 2023 del G.A.D.T. (Gobierno Autónomo Departamental de Tarija) de sus 711,6 millones de bolivianos del presupuesto de ingresos, el 75% provendrán de las regalías hidrocarburíferas, un 14% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), 4,5% del Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD) y apenas un 3% serán recursos propios.
“Es decir que casi el 94% de los ingresos de esta entidad provendrán de la renta petrolera, esto refleja una gran dependencia no solo de la gobernación sino del departamento en su conjunto de los recursos del gas natural. Respecto a su presupuesto de egresos, los “programas y proyectos de inversión” tienen el mismo nivel de gasto que los de “funcionamiento institucional”, un 12%, debería revertirse esta figura”, plantea.
Entre tanto, el Gobierno como es de costumbre, por el aniversario de Tarija anunció la inversión de 927 millones de bolivianos para impulsar la producción con sustitución de importaciones.
Gas
Respecto a la producción de gas natural, entre 2021 y 2022 se observó una contracción del 52%. En 2014 alcanzó 41,6 millones de metros cúbicos día (MMmcd) y a febrero de 2023 llegó a 18,7 MMmcd, una reducción del 55%.
A pesar de los precios favorables del petróleo y por ende del gas natural, debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, no significo mayores ingresos por este rubro ya que como se observa la declinación de este sector incide en la economía del país.
A lo que se refiere nuestras exportaciones de gas natural, del 2014 al 2022, las mismas bajaron en un 187%; en promedio este hidrocarburo representó el 97% del total de nuestras exportaciones departamentales, se evidencia muy poca diversificación de nuestra economía, sostiene.
Romero asegura que no todo está perdido, y hay que pensar en reducir los gastos y optimizar los costos, así como invertir en programas y proyectos con alto impacto en el empleo e ingresos para la población.
Apunta a consensuar un pacto fiscal, clave para salir de la crisis, en primera instancia a nivel local, principalmente con los municipios y demás entidades, y casi de manera paralela con el gobierno central; esto permitirá aliviar la carga fiscal ya que hasta la fecha el departamento de Tarija se hace cargo de competencias nacionales como el pago al sector salud, costo del servicio interconectado eléctrico, sostenibilidad de políticas públicas nacionales, otros.
Inyectar capitales a la economía departamental es también fundamental, mediante proyectos concurrentes, fidecomisos o préstamos de organismos estatales para inversión pública productiva; también gestionar créditos, donaciones o fondos de organismos internacionales o de países de forma bilateral. Sin olvidar la importancia de acuerdos con el sector privado, las alianzas son pilares para el desarrollo, buscando atraer inversiones nacionales y extranjeras con condiciones administrativas y fiscales atractivas para los mismos, señala.