Las conversaciones arrancaron a principios de mayo en la ciudad de Yedá y derivaron en una declaración de compromiso sobre la protección a los civiles y dos breves treguas, si bien todas ellas fueron violadas en repetidas ocasiones por las partes en conflicto.
De hecho, el Ejército y las RSF acordaron prorrogar cinco días el último alto el fuego, si bien se registraron intensos enfrentamientos en la capital, Jartum, y otras localidades situadas en los alrededores de la ciudad.
Las RSF indicaron a primera hora del día en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter que condenan firmemente las violaciones del alto el fuego por parte del Ejército y sus respaldos vinculados al antiguo régimen del dictador militar Omar Hasán al Bashir, derrocado en un golpe de Estado en abril de 2019.
También detallado que las Fuerzas Armadas sudanesas atacaron ayer una posición de las RSF en Jartum y aseguraron que respondieron de forma decisiva, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas. Las RSF denunciaron además otro ataque en Omdurmán.
«Las Fuerzas Armadas sudanesas ignoraron el alto el fuego con bombardeos y ataques con artillería contra barrios residenciales en Bahri y Omdurmán», dijo, antes de indicar que este comportamiento contradice completamente el Derecho Internacional y las normas humanitarias, por lo que no puede ser tolerado.
Las RSF expresaron además su respaldo incondicional a la mediación estadounidense y saudí, en referencia a las conversaciones en Yedá, y recalcaron que trabajan para abordar la crisis humanitaria en Sudán. «Estamos comprometidos a garantizar un Sudán pacífico y próspero, con un gobierno civil elegido democráticamente».
«Lograremos este sueño junto al pueblo de Sudán, sin importar los desafíos que pongan las Fuerzas Armadas sudanesas y sus respaldos entre el antiguo régimen del dictador militar Omar Hasán al Bashir», señalaron las RSF, que no se pronunciaron por ahora sobre la posible suspensión de las conversaciones.
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
Sin embargo, la negativa del líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, Dagalo, alias ‘Hemedti’, a las condiciones de esta reintegración derivaron en unas tensiones que provocaron aplazamientos en la formación del nuevo gobierno de transición y, finalmente, en unos combates que dejaron más de 700 muertos, según el balance oficial, si bien un sindicato de médicos sudanés elevó a más de 860 el número de fallecidos. (Europa Press)