«Declaramos Darfur como zona de desastre», dijo el gobernador de Darfur, el antiguo líder rebelde Minni Minnawi, antes de reclamar a la comunidad internacional que envíe ayuda humanitaria a través de todas las fronteras y con todos los medios disponibles para salvar a la población de la golpeada región.
De esta manera explicó en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter que en un momento en el que se lucha con las escasas capacidades de la región para proteger a los civiles y combatir el crimen, las manos malignas continuaron cometiendo crímenes contra los ciudadanos de la región.
Minnawi, quien fuera líder de la principal facción del Ejército de Liberación de Sudán (SLA), denunció terribles violaciones en las ciudades de Kutum y Geneina, incluidos saqueos y asesinatos. El Geneina fue escenario durante los últimos días de enfrentamientos interétnicos al hilo de los combates entre el Ejército y las RSF.
El propio gobernador de Darfur, puesto que ocupa a raíz de la firma en octubre de 2020 de un histórico acuerdo de paz entre el gobierno de transición y varios grupos rebeldes, hizo el 30 de mayo un llamamiento a todos los ciudadanos honorables y al pueblo de Darfur a tomar las armas para proteger sus propiedades, antes de agregar que los que lo hicieran contarían con el apoyo de su facción armada.
La región de Darfur había sido previamente escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar del citado acuerdo de paz de 2020, que intentaba poner fin a la situación derivada de la guerra de 2003, que dejó al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.
La continuación de los combates llevó al Gobierno de Kenia a anunciar el cierre de su Embajada en la capital de Sudán, Jartum. «Seguimos recibiendo preocupantes noticias sobre ataques contra funcionarios diplomáticos por parte de grupos armados en Jartum», dijo el ministro de Exteriores de Kenia, Korir Sing’Oei.
«La misión de Kenia en Jartum, que había permanecido abierta para facilitar la evacuación de los kenianos que aún estaban en el país, está ahora cerrada», subrayó en un mensaje en su cuenta en Twitter
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
Sin embargo, la negativa del líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, a las condiciones de esta reintegración derivaron en unas tensiones que provocaron aplazamientos en la formación del nuevo gobierno de transición y, finalmente, en unos combates que dejaron más de 700 muertos, según el balance oficial, si bien un sindicato de médicos sudanés elevó a más de 860 el número de fallecidos. (Europa Press)