La mayoría de los casos –35 de los fallecimientos registrados– han tenido lugar en la provincia de Gauteng, en el norte del país. Esta advertencia tiene lugar en medio de los llamamientos de la sociedad civil para una intervención urgente.
Las comunidades que han estado tratando de acceder a agua limpia durante semanas dicen que la situación se ha vuelto grave. «En este momento, nos vemos obligados a usar agua de lluvia, no es seguro, pero qué podemos hacer, no tenemos otra opción», declaró un residente a la cadena de televisión sudafricana SABC News.
Además, el Departamento de Salud de la provincia de Estado Libre indicó el fin de semana que las autoridades son las únicas que pueden establecer la calidad del agua, después de que una ONG apuntase a que había más casos de cólera en distintas aéreas del estado.
Así, el portavoz del ministerio afirmó que no hay nuevas infecciones de cólera en la zona, aseverando que «no hay un brote de cólera», pese a que continúan «alentando al público a beber agua de fuentes fiables y tratables». (Europa Press)