El Gobierno esloveno ya considera la situación actual como el peor desastre natural desde la secesión de la Unión Soviética, con daños estimados en más de 500 millones de euros. «En estos momentos difíciles, Eslovenia no está solo», dijo el primer ministro, Robert Golob, al dar las gracias a los amigos que prestaron ayuda.
Varios Estados miembros de la UE, entre ellos Francia y Alemania enviaron maquinaria para paliar las consecuencias de los corrimientos de tierra provocados por las inundaciones. En concreto, Francia movilizó dos excavadoras con unidades de ingeniería, y Alemania enviará dos puentes prefabricados, dos excavadoras y el personal correspondiente.
Asimismo, la UE activó el sistema de observación por satélite Copernicus, que elaboró hasta ahora varios mapas de las zonas afectadas. El Gobierno de Eslovenia pidió formalmente ayuda técnica a la UE y a la OTAN tras constatar enormes daños en carreteras, vías férreas, puentes, sistemas de alcantarillado y edificios.
Las precipitaciones causaron el desborde de varios ríos y dejaon al menos seis muertos, entre ellos dos neerlandeses que sufrieron el impacto de un rayo durante una excursión.
En el sur de Austria, también se mantenía una especial vigilancia ayer por posibles corrimientos de tierra en la zona sur, mientras que el nivel del agua subió y amenaza con anegar algunas áreas de la vecina Croacia, donde ya se declaró el estado de emergencia y autoridades y vecinos se afanan por prepararse ante posibles inundaciones.
Pese a esta alerta generalizada en toda la región, los meteorólogos prevén que la situación mejore y descienda progresivamente el nivel de los ríos. (Europa Press)