Bolivia ya exporta carne de res a China, pero ahora el objetivo es habilitar la comercialización de despojos comestibles de bovino a este mercado.
«Hemos iniciado también los trabajos de una mesa, con el sector exportador y productor (del país) para lograr el ingreso del grano de sorgo en el mercado chino», anunció la autoridad a los periodistas.
Además de gestionar la apertura del gigante mercado asiático, para ese importante alimento y la chía, también se gestiona la venta de otros productos a Chile, Colombia y Ecuador.
«En Chile estamos trabajando con la apertura de la leche fluida, de la carne de bovino, del banano, de la piña también, al menos estos cuatro productos para poder exportar a Chile», detalló.
«También estamos trabajando en otros productos, como es la fibra de algodón en mercados como el colombiano y el ecuatoriano», añadió.
En pasados meses, la Aduana de China visitó el país para inspeccionar in situ los predios de producción de chía. Tras cumplir esos trabajos y otros, en agosto, Bolivia y China llegaron a acuerdos para redactar el protocolo de exportación de ese grano.
«Estamos avanzando, hemos dado pasos importantes, ya esperamos este año tener habilitado el mercado de la chía con lo que nos convertiremos el principal productor y exportador mundial de este producto», destacó el viceministro.
Al igual que los emisarios chinos, el Ministerio de Desarrollo Rural anunció que entre el 27 de agosto y 8 de septiembre, técnicos del Ministerio de Agricultura y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile, tenían previsto llegar al país para verificar el cumplimiento de la normativa de sanidad e inocuidad alimentaria.
Apuntes
Según datos del viceministro, Bolivia exportó 18.560 toneladas (t) de carne bovina y alcanzó un récord de 120 millones de dólares, por la venta de ese producto cárnico en el mercado internacional en 2022.
El país exportó el producto cárnico en cortes, hamburguesas congeladas y otros, a los mercados de China, Hong Kong, Ecuador y Perú. De la lista de clientes, el gigante asiático demandó un valor de 98,7 millones de dólares.