El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, aseveró ayer que Moscú no necesita dialogar de paz con Ucrania hasta que ella no lo pida de rodillas, al comentar la reunión de una treintena de países celebrada en la ciudad saudí de Yeda para buscar una solución al conflicto. “No necesitamos ningún diálogo. El enemigo debe venir arrastrándose de rodillas, suplicando clemencia”, advirtió.
Dijo que cualquier propuesta de paz solo puede ser exitosa si cumple tres condiciones básicas.
“La primera: la participación de ambas partes del conflicto, algo que no sucede” ya que Rusia no fue invitada a dicha reunión, indicó. “La segunda: tomar en cuenta el contexto histórico. Y es el siguiente: Ucrania no existía como país antes de 1991. Es una esquirla del Imperio ruso”, dijo.
Ucrania, por su parte, exige como condición para el inicio de las negociaciones la retirada de las tropas rusas a las fronteras de 1991, que incluirían la anexionada península de Crimea, liberación de todos los prisioneros de guerras y considerables reparaciones, algo que Rusia considera inadmisible.
ATAQUES NOCTURNOS
La fuerza aérea ucraniana anunció ayer haber derribado en la noche, 30 de los 40 misiles de crucero y todos los drones Shahed, lanzados por Rusia en varios ataques.
“Treinta misiles de crucero y 27 drones fueron destruidos”, anunció en Telegram. También señaló que Rusia había utilizado tres misiles hipersónicos Kinzhal, aunque no precisó si habían sido derribados.
En total, el enemigo utilizó 70 armas aéreas en varias series de ataques, especialmente en la región de Khmelnytsky, a cientos de kilómetros de las líneas del frente, pero donde se encuentra una importante base aérea ucraniana.
El jefe de la administración de la región, Sergiy Tyurin, dijo que el ataque alcanzó a un almacén de desechos de maíz, lo que provocó un incendio que destruyó el edificio y afectó a una superficie de más de 1.400 metros cuadrados antes de que pudiera ser extinguido.
Rusia recrudeció sus ataques a Ucrania, con un bombardeo contra un centro de transfusión de sangre en Kharkiv (este) que dejó muertos y heridos, y otro contra un fabricante aeronáutico en Jmelnitski (centro), anunció el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, horas después de que Kiev atacara a un petrolero ruso en el estrecho de Kerch.
Una bomba aérea guiada alcanzó el centro sanitario en Kupiansk, en Járkov, una ciudad a pocas decenas de kilómetros de la frontera con Rusia, precisó Zelenski en redes sociales, añadiendo que había muertos y heridos, que los equipos de rescate estaban extinguiendo el fuego.
Poco antes, el mandatario ucraniano informó en su discurso vespertino diario que misiles rusos habían golpeado las instalaciones del grupo aeronáutico Motor Sich, una de las empresas controladas por el gobierno desde el principio de la guerra.
GOLPE A MOSCÚ
Horas antes, Kiev anunció que había alcanzado con drones un petrolero ruso en el estrecho de Kerch, lo que perturbó temporalmente el tráfico en un puente estratégico que une Rusia con la península de Crimea, en momentos de creciente tensión en el mar Negro.
La diplomacia rusa condenó el ataque señalando que se trataba de un buque civil y que Kiev no solo puso en riesgo de muerte a la tripulación, sino que planteó la amenaza de un desastre ambiental de gran escala.
Moscú también informó que había enviado un caza para interceptar un dron estadounidense de reconocimiento que volaba cerca de su frontera aérea sobre el mar. (Infobae/Efe/Afp).