El mandatario sostuvo que, a su vez, el ejército ucraniano perdió más de 160 tanques y 360 blindados en su intento de recuperar los territorios ocupados por Rusia en las regiones de Donetsk y Zaporizhzhia.
Pero reconoció que su arsenal es insuficiente. “Durante la operación militar especial, quedó claro que nos faltaban varias cosas: municiones de alta precisión, equipos de comunicación, drones. Disponemos de ellos, pero en cantidad insuficiente, desgraciadamente”, declaró.
En tanto, Putin estimó que un 25%-30% del armamento suministrado por Occidente destruido fue por la artillería y la aviación rusa en los últimos diez días.
Resaltó que las bajas irreversibles en el bando ucraniano son de casi del 50%, cuando habitualmente son del 30% en condiciones normales.
Según repasó, las producciones de los principales tipos de armamento en Rusia se multiplicaron 2,7 veces en el último año, mientras que las de las armas más demandadas se multiplicaron por 10. “Las empresas trabajan a dos turnos, y muchos a tres. Trabajan prácticamente día y noche, con mucha calidad”, indicó.
Según el mandatario ruso no solo crece el número de armas producidas por Rusia, sino que “crece la calidad, mejora, mejoran sus características, el alcance, la precisión.
NECESITA RELEVOS
El mandatario también apuntó que no piensa por el momento decretar una ley marcial. “No hay ninguna razón para introducir algún tipo de régimen especial o ley marcial en el país”, dijo Putin en la reunión televisada. “Hoy no hay necesidad de tal cosa”, dijo, pero reconoció que los rusos llamados a filas tendrán que ser relevados en algún momento.
En septiembre de 2022, Putin llamó a filas a 300.000 reservistas, aunque en su decreto uno de los puntos es secreto, lo que abre la puerta a una nueva campaña de movilización. El presidente ruso recordó ayer que la respectiva ley no prevé una fecha concreta para el retorno de los movilizados y todo dependerá de la situación en el frente.
A su vez, advirtió a Kiev de que no podrá resistir mucho tiempo sólo con armamento suministrado por sus aliados occidentales, cuando su industria militar no produce “ni una miga” y está a punto de desaparecer.
Además, volvió a acusar a Kiev de haber atacado deliberadamente la represa de Kajovka con cohetes HIMARS suministrados por Estados Unidos, una medida que, según él, dificultó su propia contraofensiva. Ucrania asegura que la estructura, controlada por Rusia, fue volada desde su interior.
En cuanto a los ataques con drones en territorio ruso, también reconoció que la defensa antimisiles está pensada contra aviones y misiles, y que los aparatos no tripulados modernos están fabricados con materiales ligeros, hechos de madera, son bastante difíciles de detectar. (Infobae/Afp).