“El enemigo atacó la región de Odesa tres veces, usando dos oleadas de drones de ataque, un total de 15, y ocho misiles marítimos de tipo Kalibr”, según el Comando Operacional Sur.
Las fuerzas aéreas de defensa repelieron todos los ataques, pero la caída de escombros dañó una residencia estudiantil y un supermercado, y dejó tres trabajadores heridos, aseguró el ejército.
“La onda expansiva dañó ventanas y balcones en varios edificios”, así como “carros estacionados cerca”, prosiguió, al tiempo que añadió que bomberos combatían dos incendios.
Fotos y videos difundidos por el ejército muestran a bomberos tratando de extinguir las llamas que consumían un supermercado, del que salía una columna de humo.
Rusia y Ucrania aumentaron sus ataques en el Mar Negro desde que Moscú salió de un acuerdo el mes pasado que permitía a Kiev exportar granos mediante el uso de corredores seguros.
Desde que se retiró del acuerdo, Moscú bombardeó de forma regular los puertos marítimos en la región de Odesa, en el sur de Ucrania, que fueron clave para las exportaciones de esos productos.
El 2 de agosto, Rusia atacó las estructuras portuarias de Izmaíl, en la región de Odesa junto al río Danubio. Fronteriza con Rumania, se trata de una de las principales rutas para el tránsito de productos agrícolas ucranianos.
Los ataques nocturnos con misiles y drones se producen un día después de que Moscú afirmara que un buque de guerra ruso lanzó disparos de advertencia contra un carguero que se dirigía al puerto de Izmaíl.
Según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, el barco Sukra Okan navegaba bajo la bandera de Palaos. Tras negarse el capitán del carguero a detener la nave para una inspección, los militares rusos abrieron fuego al aire y embarcaron en el barco para registrar su carga. Una vez completada la inspección, el carguero siguió su curso.
Rusia advirtió el pasado 19 de julio, dos días después de salir del acuerdo del grano, que considerará a todos los barcos que se dirijan a puertos ucranianos a través del mar Negro posibles transportistas de cargamento militar y por tanto, potenciales objetivos bélicos.
Durante el inicio del fin de semana, Ucrania fue blanco de nuevos bombardeos rusos. Un policía murió y otras 12 personas resultaron heridas en la región de Zaporizhzhia (sur). (Infobae/Afp)