El régimen de Venezuela confirmó la fuga del máximo líder de la banda criminal Tren de Aragua, tres días después de que las autoridades tomaron la cárcel, controlada por este grupo delictivo que opera en varios países de América Latina.
“Recompensa. Se busca”, se lee en un cartel divulgado en redes sociales por el ministerio de Interior y Justicia con una fotografía, nombre y número de cédula de identidad de Héctor Guerrero, alias ‘El Niño’ Guerrero, al que se le acusa de múltiples delitos contra las personas, además de terrorismo.
La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones aseguró que los cabecillas del Tren de Aragua habían negociado con la dictadura de Maduro su salida del penal y emigrado al extranjero una semana antes de que más de 11.000 efectivos militares y policiales ocuparan la cárcel el pasado miércoles.
“Tuvieron que transcurrir 15 años desde el inicio del pranato, 12 años desde la creación del Ministerio de Servicios Penitenciarios, un sinfín de casos de corrupción, amedrentamientos y mucha violencia para que el Gobierno decidiera desalojar el centro de operaciones del Tren de Aragua, la banda criminal más peligrosa de Venezuela”, denunció la ONG mediante un comunicado.
La operación dejó un militar muerto y un arsenal decomisado que incluía lanzacohetes y granadas.
El ministro de Interior, almirante Remigio Ceballos, dijo que los reclusos habían excavado túneles por los que se escaparon y que más de 80 habían sido recapturados. Cuatro funcionarios de la prisión fueron arrestados por colaborar con los criminales.
El OVP cuestionó la “opacidad” del Gobierno y pidió explicaciones sobre cómo ingresaron las armas al penal, donde los líderes de los reos, conocidos como ‘pranes’, habían construido una especie de ciudadela con una discoteca, un zoológico y un campo de béisbol.
“Era responsabilidad de las autoridades penitenciarias y del Estado en su conjunto tomar medidas urgentes y efectivas para revertir esta situación y garantizar que las cárceles cumplan su función de rehabilitación y reinserción social; sin embargo, transcurrieron 15 años de inoperancia desde los primeros días del pranato y aún quedan muchas dudas sobre la transparencia de esta operación”, denunció la organización.
Dentro del penal encontraron 14 armas largas y dos cortas, 120 cintas eslabonadas 7,62×51, 40 granadas antitanque, 80 kilos de composición C4, 80 dispositivos anfull, 400 mil municiones de diferentes calibres, 15 cohetes autopropulsados y otros materiales bélicos.
Según el OVP, la cárcel de Tocorón tenía capacidad para 750 reos, pero llegó a albergar a más de 5.000. Las autoridades dijeron que había unos 1.600 presos en el momento de la intervención. (Infobae)