Gershkovich fue detenido en la ciudad de Ekaterimburgo y pese a las dudas de Washington, Moscú subrayó que se trata de un arresto legítimo y que fue encontrado in fraganti. El periodista, corresponsal del diario The Wall Street Journal, está acusado de espionaje.
El Kremlin suele utilizar este tipo de cartas para negociar un canje con presos encarcelados en Estados Unidos, pero el viceministro de Exteriores, Serguei Ryabkov, que sólo se considerará un intercambio cuando haya un veredicto judicial con cargos concretos.
Asimismo negó que se pueda poner a Gershkovich en el mismo plano que el también estadounidense Paul Whelan, que sí fue condenado por espionaje en los tribunales de Rusia.
La cadena Bloomberg informó que el presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó personalmente el arresto de Gershkovich, según personas familiarizadas con la situación.
El respaldo del presidente ruso a la medida refleja la creciente influencia de los intransigentes del Kremlin que presionan para profundizar una confrontación con Washington que consideran irreversible, dijeron las personas, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir asuntos que no son públicos.
La detención del reportero de The Wall Street Journal provocó airadas denuncias de Estados Unidos y sus aliados, marcando otro punto bajo en los lazos entre Washington y Moscú, que se dispararon desde la invasión de Ucrania por parte de Putin el año pasado.
Las fuentes señalaron que la iniciativa de arrestar al periodista estadounidense por cargos de espionaje por primera vez en casi 40 años provino de los halcones de altos funcionarios de los servicios de seguridad de Rusia.
Sin embargo, el régimen niega esos señalamientos. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que no fue una decisión de Putin sino una prerrogativa total de los servicios especiales. Estaban haciendo su trabajo. Esas agencias, no obstante, reportan directamente al presidente. (Infobae).