“A los ciudadanos de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) en el extranjero se les permitió regresar a sus hogares, a partir de la decisión del Centro Estatal de Prevención de Emergencia Epidémica de ajustar el grado anti epidémico en relación con la mejora de la situación pandémica mundial”, anunció la agencia de propaganda del régimen en un breve comunicado.
El texto añade que los que regresen serán puestos bajo observación médica adecuada en espacios de cuarentena durante una semana.
La medida llega después de que Corea del Norte reanudó la semana pasada sus vuelos comerciales con China y Rusia tras más de tres años de cierre de fronteras debido a la pandemia por el covid-19.
Los aviones de la aerolínea nacional norcoreana, Air Koryo, volaron desde Pyongyang a Beijing y Vladivostok, donde recogieron a ciudadanos norcoreanos para traerlos de vuelta al país.
Con el fin de la estricta política de cierre de fronteras se espera que muchos diplomáticos, estudiantes o trabajadores norcoreanos en el exterior puedan retornar.
La dictadura norcoreana parece estar apostando por una apertura gradual después de que permitiera en julio acceder al territorio a dos delegaciones diplomáticas, una de China y otra de Rusia, para participar en las celebraciones del 70 aniversario del armisticio de la Guerra de Corea (1950-53).
Este mismo mes, el régimen de Kim Jong-un permitió que autobuses que transportaban a miembros del equipo de Taekwondo cruzaran por tierra a China, desde donde viajaron a un torneo en Kazajistán.
Además, el hermético país también inscribió a siete yudocas para los Juegos de Asia que se celebran en Hangzhou (China) del 23 de septiembre al 8 de octubre.
Pyongyang decidió aplicar un estricto cierre desde enero de 2020, posteriormente reforzó vallados y puestos de guardia en sus fronteras, donde dio la orden de disparar a todo el que se acerque a la divisoria, permitiendo tan solo los intercambios comerciales con China por vía ferroviaria y marítima bajo un estricto sistema de cuarentena.
El régimen había mantenido este paranoico planteamiento, que según las organizaciones humanitarias le sirvió para reforzar aún más su control sobre la población, incluso después de que el líder Kim Jong-un declara el año pasado que se había vencido al virus (en 2022 Corea del Norte recibió partidas de vacunas de China, aunque se desconoce cuántas y de qué tipo). (Infobae/Efe).