Las protestas estallaron en la ciudad de Abdanan, en la provincia occidental de Ilam, de población kurda, provocadas por la muerte a finales del mes pasado de Bamshad Soleimankhani, de 21 años, pocos días después de su puesta en libertad. “Hermano asesinado, voy a vengar tu sangre”, corearon los manifestantes.
El grupo Hengaw, con sede en Noruega, publicó imágenes de manifestantes en las que se veían heridas de perdigones, junto con imágenes de personas en la calle en las que se oían disparos.
Veinticinco personas resultaron heridas en la protesta mientras coreaban consignas contra el régimen, según Hengaw.
La Red de Derechos Humanos del Kurdistán, con sede en Francia, dijo que al menos 10 personas habían resultado heridas en la protesta.
En septiembre estallaron manifestaciones en todo el país, desencadenadas por la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una joven kurdo-iraní de 22 años, detenida supuestamente por incumplir el estricto código de vestimenta femenino del país.
Las protestas sacudieron a la cúpula clerical iraní y, aunque remitieron en los últimos meses, continúan esporádicamente.
Soleimankhani había participado activamente en las protestas de Amini, pero no estaba claro de inmediato cuándo y por qué había sido detenido, informó el monitor de protestas 1500tasvir.
Según el grupo, su familia se percató de que echaba espuma por la boca y lo llevó al hospital tras ser puesto en libertad. Los médicos registraron múltiples fracturas y quemaduras de cigarrillo en su cuerpo.
En mayo, los activistas registraron varias protestas en todo Irán después de que las autoridades ahorcaran a tres hombres en casos relacionados con las protestas de Amini, elevando a siete el número de ejecuciones relacionadas con el movimiento. (Infobae/Afp).