Luego de acompañar la movilización y pronunciamiento de autoridades indígenas de San Miguel de Velasco, en rechazo a los avasallamientos en esta región del país, la diputada por Creemos, María René Álvarez, demandó el saneamiento de tierras por parte del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) en beneficio de los habitantes del lugar.
La legisladora rechazó los recientes comunicados del INRA, sobre presuntos “amedrentamientos” de los indígenas de San Miguel a funcionarios de esa institución, que se encuentran realizando levantamientos en la zona para favorecer con tierras a sectores denominados “interculturales”, aliados del Movimiento al Socialismo.
Álvarez también cuestionó la labor del INRA, que desde 2010 no puede concluir las evaluaciones sobre la Función Económica Social de los territorios indígenas para avanzar en el proceso de titulación o saneamiento de tierras.
El presidente de la Central de Comunidades Indígenas de San Miguel, Juan Cándido Casupá, dio lectura al pronunciamiento público que expresa el compromiso de defensa del territorio chiquitano.
“Pedimos al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) y sus brazos operativos, el Viceministerio de Tierras, el INRA y ABT departamentales, nos atienda en las demandas de titulación de las nuevas comunidades indígena, chiquitana, migueleñas, y tierra para las comunidades antiguas, que las poseen de manera insuficiente; así como respeto para las pequeñas y medianas parcelas de las poblaciones originarias de San Miguel de Velasco, la creación de reservas forestales y espacios que garanticen la sobrevivencia de la gente”, señaló.
El representante indígena también denunció que el INRA realiza trabajos en la zona sin el acompañamiento de las comunidades, ni sus autoridades originarias o las instancias de control social.
Para Casupá, el INRA trabaja de forma parcializada con el único objetivo de favorecer a los “interculturales”, con fines políticos y en desmedro de los pueblos originarios oriundos de esos territorios.
Finalmente, se convocó a una reunión de emergencia para rechazar el asentamiento de esos grupos interculturales que solo llegan para avasallar las tierras y áreas protegidas de la Chiquitania.