Los ataques dejaron un número considerable de casas quemadas y provocaron daños valorados en millones de nairas (miles de euros), publicó el portavoz del distrito de Katsina-Ala, Tsar Tartor, en su cuenta de Facebook.
El jefe del Gobierno local de Katsina-Ala, Atera Alfred, calificío el ataque de matanza sin sentido, de inhumano y de bárbaro, y solicitó a las fuerzas de seguridad a doblar los esfuerzos en combatir este tipo de ataques, según Tartor.
Nigeria fue escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias durante los últimos años debido a las disputas en torno a territorios y recursos, especialmente ante el impacto de la sequía.
Los fulani denuncian su marginación en Nigeria y otros países de la región, mientras que otras comunidades les acusan de ser miembros de grupos yihadistas que operan en la zona debido a que estos, incluidas las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico, aprovecharon el descontento de los peul para engrosar sus filas. Esto derivó además en denuncias sobre abusos por parte de las fuerzas de seguridad contra esta comunidad. (Europa Press).